"Quítate la ropa, ahora mismo." Le ordeno con autoridad.

"Eres un mandón, me gusta." Sonríe con malicia y se quita toda su ropa, hasta que está desnuda frente a mí. Mis ojos recorren su cuerpo desnudo y espero la primera chispa de excitación, que sin embargo nunca llega. En cambio, me imagino el cuerpo desnudo de alguien más, el de Leslie.

Sacudo la cabeza para alejar esa imagen de mi cabeza. Debe ser que estoy borracho.

La mujer se pavonea, y lentamente se arrodilla frente a mí con la típica mirada seductora que entrenan las damas de compañía. Siento que estoy loco, ya que sus ojos color café acaban de transformarse en unos conocidos ojos color avellana.

Cuando parpadeo, sus ojos vuelven a la normalidad y maldigo internamente por el hecho de que sigo viendo a Leslie en ella.

La mujer empieza a desabrochar mi cinturón y la dejo. Baja mis pantalones y mis calzones al mismo tiempo, lamiéndose los labios al ver mi miembro.

"Te voy a hacer sentirte en la luna, guapo." Me susurra y agarra m