Mi madre lloraba por mí ella lloraba amargamente se arrepentía una y otra vez por el daño que me había hecho al haberme vendido con Ulises yo a decir verdad no quería perdonarla una noche llame a Brenda ella me contaba como estaba mi madre, pero yo no era capaz de perdonarla no podía por el hecho de haberme separado de Raphael y por preferir mas al dinero que a mí.

Sin embargo, Raphael prendió la chimenea mientras que yo me estaba poniendo su suéter que él me había dado Moria de frío por lo que preparamos un café caliente para tomarlo con unas galletas Salí con su suéter puesto cuando me ve él soltó una risita.

— ¿Cuál es la risa? — pregunte mientras me miraba si había algo mal en mí.

— No es nada amor te queda mejor que a mí el suéter — sonrió Raphael haciendo que yo le devolviera la sonrisa. — Ven — me dijo Raphael mientras extendía su mano yo la tome sentándome en su regazo mientras que él me apegaba mas a él besando mi mejilla acariciando mi mejilla… pero lo veía tan serio que me