Leyna Él ambiente era muy pero muy incómodo desde el principio, yo solo quería salir de esa gran mansión y termine rodeada de dos chicos que no se llevan bien—Leyna, qué te parece si vamos a ver a tus abuelos y así hablas con tu madre —Dagger tenía razón tenía ya tiempo que no miraba a mis abuelos y mi madre quería hablar conmigo —Si —dije y nos dirigimos a la casa de mis abuelos Bajamos del auto y nos acercamos a la casa, al abrir la puerta mis abuelos corrieron a mi y me abrazaron yo con felicidad devolví el abrazo —Mi niña, ¿cómo estás?, ¿te encuentras bien? — mis abuelos parecían muy preocupados —Estoy bien, ya me siento mejor —dije para que se tranquilizaran —Cuando fuimos al hospital no nos dejaron entrar a verte —mencionó mi abuelo —¿Fueron al hospital?— pregunte confundida —Si, las enfermeras nos llevaron con la doctora y ellas nos informó de tu estado y que no podías recibir visitas —mencionó mi abuela, ella parecía estar hablando de Tayla La puerta se abrió y mi m
LeynaY efectivamente me perdí, simplemente en una racha de enojo deje todo atrás y caminé sin escuchas a nadie, pero ahora estoy perdidaEs por eso que no me gusta esta gran mansión Mire a mi alrededor extrañamente me parecía familiar, seguí caminando derecho por el gran pasillo, llegando así a una gran puerta de metalSe empezaron a escuchar algunos sonidos, rápidamente me escondí detrás de un pilar que sostenía una planta pero era bastante grande para esconderme detrás de él Dos hombres aparecieron frente a esa gran puerta de metal uno era más grande que el otro y tenia un parche en el ojo, su cabello era algo alborotado y negro—Estás seguro que es la Segunda —dijo con una voz grave —Si, el jefe en persona te mando a llamar, debido a que ella está aquí —menciono el otro vampiro —Bien iré enseguida —dijo y el otro vampiro desapareció En un instante el hombre del parche volteo a ver el pilar en donde yo estaba escondida con una mirada atemorizante, un escalofrío recorrió mi cue
Carmilla Todos estábamos concentrados en los arreglos de la gran fiesta que se acercaba, era una de las pocas veces que tanto los sirvientes hombre como mujeres trabajábamos juntos y yo aprovechaba la oportunidad para estar junto a TomMe la pasaba a su alrededor y platicábamos en cada momentoAl parecer él también fue vendido desde muy corta edad, desde que llegó a trabajado con Jerry, el hombre que parece estar siempre enojado y daba algo de miedo —Él es una muy buena persona, lo considero como un padre —dijo Tom mientras colocaba una de las mesas en una esquinaTermine de poner unos manteles blancos con encajes dorados sobre la mesa —¿Jerry fue quien te dio el nombre? —le pregunté sin mirarlo, estaba concentrada en arreglar la mesa y que quedara muy bien, por que de no ser así me castigan, sería regañada y golpeada—Si, yo tampoco tenía nombre cuando llegué aquí— no dijo nada por un momento, el silencio fue tanto que me entró curiosidad y al darme la vuelta para verlo el se enco
Carmilla A la mañana siguiente me costó un poco levantarme mis piernas se sintieron sin fuerza, pensé que me caería pero en ese momento Tom me sostuvo de la cintura —¿Te encuentras bien?— tras esas palabras grabé un poco de lo que pasó anoche sentí como mi cara se calentaba de la vergüenza —Si, estoy bien —mencioné y me puse de pie —Si te sientes cansada me dices y nos pararemos a descansar— mencionó dándome un beso en la frente Continuamos caminando por un tiempo, llegamos a la cabaña no era muy grande pero sí cómoda, tenía una pequeña cocina y un cuarto para dormir, también atrás había un gran patio para cultivar, empezamos manos a la obra, limpiamos y arreglamos las cosas que trajimos La vida en este lugar era como un hermoso sueño, vivíamos bien, cultivamos y Tom algunas veces salía a cazar, yo me encargaba de hacer la comida, no era nada fuera de lo común, nuestra vida era pacificaAl tiempo me enteré de que estaba embarazada, Tom se puso muy contento por la noticia y yo ta
Carmilla A la mañana volví a la cabaña para ver si podía salvar algo, todavía seguía el olor a humo, lo primero que vi fue una gran mancha de sangre en la entrada, me aguante las ganas de gritar y llorar, bese a mi bebe y seguí Walking a la habitación o los restos de esta, debajo de las tablas casi quemadas entre unas mantas encontré el libro que me había dado mi abuela, me alegraba que todavía siguiera casi intacto, junto a él estaba una pequeña bolsa de monedas que ahorrados Tom y yo, pero no era muchoTenía que salir de aquí, sabía que ellos volverían y yo tenía que proteger a mi bebé, me encamine al pueblo, no me quedara de otraMe encontré en el mercado que parecía estar algo ruidoso, mujeres y hombres susurraba —¿Escuchaste?, acaba de llegar un gran noble— murmuró una chica que se encontró a mi lado —Si, dicen que tiene mucho dinero y tierras—mencionó la mujer que estaba hablando con ella —Dicen que en unos días formará una gran fiesta por su llegada —Jajaja, No te hagas il
Carmilla —Estás loco —repliqué enojada —No, me reuso a tal cosa—Mira niña, o te deshaces de ese bebé o me deshago yo de él, teníamos un trato y ahora lo cumples —dijo enojado —Te conviene hacerlo tú misma, puedes dejar al niño en algún lugar mejor o yo se lo daré a los lobos Tales palabras tan crueles me partían el corazón, tenía miedo, ansiedad, ¿Qué era lo que estaba diciendo este hombre? —Tienes hasta mañana, ni un minuto más, cuando te deshagas de él, vendrás a trabajar para mí —dijo con superioridad Caminaba por las calles del pueblo con mi hijo en mis brazos, sin rumbo alguno, no tenía idea de que tenía que hacer, ¿deshacerme de mi hijo?, eso hombre está loco, pero creo que yo lo estoy más por sentirme atraída hacia él, una parte mía lo deseaba con locura, mientras que la otra lo odiaba Mis ojos dolían de tanto llorar, mire hacia atrás al parecer alguien me seguía, ese hombre me encontrara en cualquier lugar al que vaya, ¿por qué quiere alejarme de mi bebé?, ¿por qué quier
Carmilla Los días pasaban y algo así no se había vuelto a repetir, una gran fiesta se hacercaba y muchos de los sirvientes estaban en los preparativos, me sorprendía lo muy bien que trabajaban parecía que no fueran normales ¿pero que era normal aquí?, todo estaba a la perfección, yo solo caminaba de un lado a otro—No es necesario que camines de un lado a otro —dijo Sebastian el mayordomo, era un hombre ya mayor, pero su trabajo era maravilloso todo era perfecto sin ningún error y yo me llevaba bien con él —Lo siento, solo estoy pensando —mencione, el me miró fijamente —¿Se trata nuestro señor? —el parecía siempre saber lo que tenía, yo asentí con la cabeza —Ahora que hizo, ¿te obligó a hacer algo? —No, no es nada malo no te preocupes —dije rápidamente —Los invitados están llegando —un guardia se aserco —Déjenlos entrar —dijo sebastian —seguiré con mi trabajo, espero que resuelva los problemas con el amo Los invitados estaban llegando ya todo parecía estar listo, me diriji al d
Edevane En algunos momentos se necesita de un buen espectáculo para quitar el estrés, los chicos reían y se divertían, era agradable —¡Apuestas!, ¡apuestas! —gritaba Callen meneando el dinero en el aire —Apuesto por Lázaro —conteste aciendo una seña, Callen se aserco emocionado —Mejor dame el dinero ya, sabemos cual va a ser el resultado —dijo con burla —¿Por qué siempre apuesta por Lázaro? — preguntó Hunt que se encontraba a mi lado —Sencillo, por que nadie apostaría por el, sabiendo que su oponente es mi hermana —conteste dándole una sonrisa Lázaro fue lanzado por los aires al primer golpe del martillo de Eyra, se estrelló contra los árboles y una fuerte ventana de tierra se levantó, Eyra estaba preparada para lanzar su segundo golpe pero su martillo fue retirado al instante en el aire dejando un gran cráter al caer, Lázaro estaba apunto de golpearla pero fue abatido por otro golpe del puño de Eyra, el suelo temblaba por cada golpe que le daban a Lázaro y su escudo no era cap