“Bueno, Valerie, Atticus me dijo que eres doctora, así que ¿eres como una doctora de verdad? ¿Completamente calificada?”, me pregunta Shelby.“Sí, completamente calificada y definitivamente una doctora de verdad”, respondo con una sonrisa.“Te lo dije, mamá”, agrega Atticus.“Estoy haciendo conversación. Silencio”, responde Shelby, agitando la mano.Me rio entre dientes mientras miro a Atticus, quien está casi haciendo pucheros y me siento liviana. Incluso cuando nos enfrentamos al dolor y la tragedia, hay momentos que alivian esa carga, y este es uno de ellos.‘Gracias’.Atticus me mira, con esa sonrisa característica en su rostro.‘No hay necesidad de agradecerme. Para eso están los hermanos’.No respondo, pero no creo que él se dé cuenta de que no todos los hermanos son así… como Zade. Él no es nada para Zaia como Atticus es para mí...(ESCENA RETROSPECTIVA – HACE DOS DÍAS)“Doctora, él no está comiendo”, dice uno de los hombres sosteniendo nada menos que la tarjeta de a
CINCO AÑOS DESPUÉS ~ZAIA“Gracias, Alfa Cole, lo aprecio. ¿Hablaremos después de las vacaciones entonces?”, respondo, sonriendo al hombre en la pantalla.Él sonríe y asiente. “De nada, Alfa Zaia, eso suena genial. Nos reuniremos dentro de dos lunas llenas entonces”.“Lo esperaré con ansias”, respondo antes de despedirme y terminar la videollamada.Exhalo aliviada, incapaz de evitar que la sonrisa aparezca en mis labios.“¡Sí!”, exclamo. La emoción me recorre mientras doy vueltas en mi silla de oficina y miro la nieve que llena los cielos fuera de las ventanas del piso al techo.La vista en sí es impresionante, lejos de la ciudad y los rascacielos. Es invierno, y la nieve llena los cielos blancos, cubriendo la montaña y las casas con mantas blancas.Este lugar parece el paraíso, y me hace sentir en paz. Este es nuestro hogar temporal, aquí en las montañas. He estado trabajando en un proyecto durante los últimos tres meses y fue mucho más fácil simplemente mudarme aquí para su
Un grito sale de mis labios, mi visión se oscurece. He estado en parto activo durante demasiado tiempo... todos a mi alrededor están exhaustos y yo también...Dar a luz a mi príncipe es mucho más difícil que dar a luz a los gemelos.La puerta se abre de golpe y Sebastián entra corriendo, su cabello es un desastre por haber pasado su mano por él incontables veces. Sus ojos están rojos, casi como si pudiera sentir el dolor que siento."No me importa si me odias más. No voy a dejar que hagas esto sola", susurra, tomando mi mano ensangrentada de donde he clavado mis uñas en mi piel incontables veces.Fuerza.Así es como se siente su toque.Las chispas que recorren mi cuerpo me hacen fruncir el ceño mientras me concentro en mi respiración y en pujar. Sus dedos peinan mi cabello, suavemente pero con suficiente presión para que se sienta reconfortante y satisfactorio.Todavía lo amo...Cierro los ojos mientras lágrimas de dolor caen de mis ojos. “Así es, Zorrita… ya casi estás ahí.
ZAIAÉl se encoge de hombros y me mira como si lo acabara de acusar injustamente."No lo sé", dice, fingiendo inocencia mientras se da vuelta cuando Sia aparece a la vista. "Sia está causando problemas".Mhmm, estoy segura de que eso está lo más lejos posible de la verdad.Su largo cabello castaño rojizo está atado en una coleta alta, y ella está vestida y lista para el viaje. Lleva un vestido blanco de tweed con cuello y medias negras. Encima, lleva un abrigo de piel blanco con un sombrero a juego."Mami, él de verdad...", comienza a decir, pero justo en ese momento suena el timbre, interrumpiéndola. "¡Papá!". Sia gira los ojos, iluminándose de emoción.Ella corre hacia la puerta y Xander también lo hace y le sonrío a Zion, quien permanece en lugar, a pesar de la emoción en sus ojos."Iré a buscar sus maletas".Él me agarra del brazo e inclina la cabeza. “Es Navidad. Deberías saludar al menos, mamá”.Mi corazón da un vuelco cuando miro sus penetrantes ojos azules y asiento. “
“Oh, pan comido”. Zion guiña un ojo. “Me fue bien”.Él se había unido espontáneamente a una competencia de invierno la semana pasada y quedó de primero.“Más que bien, quedó de primero”, digo, haciendo que todos se vuelvan hacia mí.Mi corazón late fuerte, deseando no haber hablado mientras Sebastián inclina su cabeza, caminando junto a los niños.“No esperaría nada menos de nuestro hijo”, dice él, bajando su voz unas octavas. “¿Cómo has estado, Zaia?”.Intento sonreír, pero mis labios tiemblan levemente, tratando de no concentrarme en el hecho de que él está acortando la distancia entre nosotros.“He estado genial. ¿Y tú?”, pregunto, pateándome internamente por lo sin aliento que sueno.Sia se ríe mientras Xander hace arcadas, agachándose junto a la puerta y recogiendo nieve.Sebastián sonríe arrogantemente, casi como si supiera exactamente cómo me afecta. ¿A quién engaño? Por supuesto que él sabe.“Incluso mejor ahora”, responde.Me rodeo la cintura con los brazos e intento
SEBASTIÁNEsquivo otra bola de nieve mientras los chicos se emparejan contra mí y Sia y no puedo evitar reírme cuando Xander cae en la nieve, pero eso no lo disuade ya que se pone de pie, casi gruñendo de fastidio.Pero aunque disfruto de este tiempo con los niños, no puedo sacarme la imagen de Zaia de la cabeza.¿Por qué se ve más sensual cada vez que la veo? Esos pantalones negros ajustados solo enfatizaban aún más su pequeña cintura y sus caderas curvilíneas. El top de encaje color marfil mostraba suficiente escote como para enloquecerme y se convirtió en una lucha mantener la mirada en su rostro.Aunque incluso su rostro es un buen placer también, y esos labios.Ella se cortó el pelo y ahora le cae justo debajo de los hombros, lo que me gusta aún más considerando que cuando se aleja puedo disfrutar de la vista de su trasero sensual y el movimiento de sus caderas.Cada vez que la veo, es tan difícil. Todavía la amo. Todos los días pienso en ella, pero estoy esperando, dándole
Todos entramos y yo quedo de último, echando un vistazo a la ventisca.Está empeorando..."¿Tienes las compras y todo lo que necesitas para la próxima semana?", le pregunto a Zaia, especialmente si los niños y yo vamos a estar aquí. Ella necesitará mucho más...Me mira antes de mirar por la ventana."Si todos terminan teniendo que quedarse más tiempo, entonces necesitaré hacer algunas compras... No creo que podamos conducir con esta ventisca", comenta."Avísame qué necesitas. Iré más tarde y compraré lo que necesitemos", ofrezco.Ella sonríe, una sonrisa que me hace sentir algo, y asiente."Gracias". Ella extiende la mano para tomar mi abrigo y me lo quito lentamente, sacudiendo la nieve antes de ofrecérselo. Nuestras miradas se encuentran cuando ella lo toma, nuestras manos rozando, y oigo su respiración agitada mientras chispas agudas y electrizantes nos recorren."Gracias", digo suavemente cuando ella aparta su mano. Ella asiente, con el corazón palpitando fuerte.Me doy
ZAIASebastián se fue a la ciudad a pesar de mi preocupación de que el clima se ve extremadamente violento, pero estoy segura de que él estará bien. Él es un chico grande.De verdad grande.Una imagen muy sucia pasa por mi cabeza de Sebastián desnudo con su mano alrededor de su polla y la bandeja de madera que sostengo se resbala de mis dedos cuando me doy cuenta de lo que acabo de imaginar.¡Diosa!Mis mejillas arden mientras me arrodillo, recogiendo lo que se cayó mientras Sia y Zion entran corriendo, la preocupación clara en sus rostros.Zion llega a mí primero mientras Sia recoge la bandeja."¿Estás bien, mamá?", pregunta preocupado, tomando mis manos y revisando si tengo heridas."Estoy bien. Solo fui un poco torpe", respondo tímidamente."¡Oh, eso no es propio de ti, mami!". Sia inclina la cabeza, observándome con preocupación.Me sonrojo mientras me levanto. “Estaba un poco distraída”.Los gemelos se miran entre sí antes de asentir lentamente.“Oh… ahora lo entendemo