“¿Me culpas? Tanta gente me ha traicionado. Ya no puedo confiar ciegamente, ¿o sí?”.

“Lo entiendo, pero sigue confiando en el bien. Todo va a mejorar. Estamos encontrando las respuestas que necesitamos, Zaia. Ganaremos”.

“Lo haremos. No tengo ninguna duda al respecto”, digo con una confianza feroz mientras bajo las escaleras lentamente. “He trabajado demasiado para fracasar. Hemos sufrido lo suficiente”.

Me agarro la cintura. Tengo dolor y está empeorando…

Llego a la puerta principal. Todavía hay algunos guardias alrededor y Aran está hablando con uno de ellos. Asiento con la cabeza mientras salgo y uno de los hombres me pregunta si necesito que me lleven.

Sacudo la cabeza y les digo que estoy bien.

Salgo de los terrenos de la mansión, deslizándome entre las sombras y cayendo de rodillas, gimiendo por el dolor que me atraviesa.

Mierda…

Bueno, muévete, Zaia, concéntrate…

Me concentro, pero no pasa nada. Frunciendo el ceño, lo intento de nuevo. Siento que mi aura avanza, ¡pero n