Él se arregla el calcetín y se levanta, frunciendo el ceño profundamente. “Zaia… vi tu símbolo hace años, pero fue obvio que ni tú ni tu familia sabían lo que significaba y sé que Sable Triquetra te necesita y no podemos permitir que eso suceda”.

¿Sable Triquetra?

¿Qué es eso?

“¿De qué estás hablando, Atticus?”, pregunto bruscamente.

Él se pasa los dedos por el pelo peinado, arruinándolo mientras me mira.

“Mi padre me dijo antes de fallecer que tú eres la última pieza del rompecabezas para completar la Triquetra y que debía protegerte a toda costa para determinar que eligieras la Sublime Triquetra. Lo intenté… y todo iba perfectamente bien desde que dejaste a Sebastián, pero ¿esta noche? Al usar ese símbolo, ¿qué pensaste que pasaría?”.

Frunzo el ceño, tratando de encontrarle sentido a todo. Es demasiado para digerir... demasiado para entender.

Coloco mi mano sobre mi cabeza, cerrando los ojos. “Quería respuestas y parece que obtuve algunas. ¿Qué quieres decir con Sable y Sublim