—Buenos días señorita Kelly, que distinta se mira el día de hoy.

—Gracias Emilio

Al entrar todas me quedaron viendo, fui directo a mi oficina, me sentía sastifecha con los resultados, sin previo aviso entro Santiago.

—Tenía que verlo con mis propios ojos, me dijeron que hoy llegaste con un nuevo look, vaya si que te queda muy bien.

Yo no dije nada, me hice la sorda, el tenía que aprender a golpear la puerta.

— ¿Es que me pretendes ignorar?

Solo le hice señas de golpear, el solo se fué y no regreso, o eso pensé, a los minutos golpean la puerta.

—Pase.

Entra la Sr. Elizabeth.

—Nuevo look, todos en el edificio hablan de ti, me gusta.

—Gracias, ayer decidí cambiar un poco, tenía unos ahorros y fui de compras.

—Oye que acaba de pasar con Santiago, he visto que salió de aquí con una gran cara.

—Lo que pasa es que cada vez que entra aquí, lo hace sin golpear, entonces no le prestado atención, le hice señas que golpeara para poder atenderlo, no es primera vez que le digo lo mismo.

—Vaya, si q