Capítulo 26

Joseph ha caído en un sueño profundo y una pizca de culpa le viene al corazón a Mika, mientras los observa dormir, recostada en su pecho, intenta sentir algo de vergüenza de sí misma por lo que ha sucedido. Aarón no se merecía algo así, aunque su lado sínico le grita que nunca existieron promesas entre ambos y que su migo debería saber que esto habría sucedido en cualquier momento. Ella podía negarlo ante el mundo, podía intentar convencer a Aarón de que sus sentimientos por Joseph han muerto, pero en el fondo Mika sabe, puede verlo con claridad, lo necesita, lo desea, puede detectar su aroma sin importar cuán lejos este de ella, sus sentidos se encienden cuando él la toca. Sus ojos brillaban con intensidad cuando la hizo suya, sin que ella pueda entenderlo, algo los ata, los mantiene aferrados, eso es algo que Aarón jamás ha logrado provocar en ella.

Con cuidado se levanta de la cama y se viste, con los muslos descubiertos baja las escaleras y hurga en su maleta, buscand