Vance Toft aún podía sentir que la cabeza le dolía muy levemente. Su cuerpo tembló instintivamente en cuanto escuchó las palabras de Harvey York.

“Por supuesto que no...”.

Sí tenía opiniones al respecto...

Pero definitivamente no en este momento.

Aunque quisiera vengarse, sería en otra ocasión.

Habría sido un idiota absoluto si todavía estuviera yendo en contra de Harvey, incluso cuando sabía que estaba completamente superado.

Por eso Vance se rindió en cuanto pudo.

“¿No?”.

Todo el mundo se congeló después de escuchar las palabras de Vance. Todos se volvieron impotentes en un instante.

Era difícil de creer que una potencia local que podía pisotear a cualquiera se rindiera de esa manera.

¡Esto era inimaginable!

Las hermosas mujeres estaban dando pisotones por la rabia. Algunas incluso se daban bofetadas para asegurarse de que no estaban soñando.

Al momento siguiente, Harvey caminó hacia Vance.

“Arrodíllate”.

Obviamente, no pensaba dejar a Vance irse.

Vance no solo trató d