En solo una hora, la reputación de Harvey cayó en picado y se convirtió en una rata callejera.

Mucha gente se reunió alrededor del Salón Marcial, arrojando verduras podridas y huevos por todas partes.

Si no fuera porque Ansel llamó a la policía, todo el lugar habría quedado destrozado.

Aun así, Harvey seguía recibiendo insultos sin cesar.

La gente lo amenazaba con despedazarle o le exigía que abandonara el País H de inmediato.

Todos estaban seguros de que Harvey era el culpable de todas las derrotas de los últimos cuatro días.

Los campeones provinciales que antes habían recibido palizas e insultos, ahora eran apodados como los verdaderos héroes por la gente.

Creían que los campeones sabían que eran completamente impotentes contra Zoe y los demás...

Que los campeones sabían que Harvey había envenenado a los jóvenes talentos...

¡Sin embargo, los campeones siguieron luchando con todas sus fuerzas contra tales probabilidades!

¡Ese era el valor inquebrantable que todos querían ver