Elanor dejó escapar un suspiro. Entonces, dijo en voz baja: “Joven Amo Bauer...”.

“Suficiente. No hablemos de esto”.

Jeff agitó su mano para interrumpirla.

“¿Cómo están tus heridas?”.

“¿Te asustaste?”.

“¡Ese b*stardo era uno de los míos, pero aún así intentó matarte! ¡Merece la muerte!”.

Jeff aplaudió. Justo después, alguien le entregó un arma de fuego.

Apretó el gatillo sin molestarse siquiera en mirar al hombre del corte rapado.

La sangre salpicó todo el lugar. Jeff abrazó a Elanor con fuerza, con una mirada tierna.

“No te preocupes. Aunque sea mi subordinado de confianza, ¡lo mataría por ir así contra ti!”.

“¡Incluso lo mataré mil veces si es necesario!”.

“¡Lo prometo, nadie podrá hacerte daño nunca más!”.

A pesar de ver la actitud de Jeff y su decisión de defenderla, Elanor no sintió ni una pizca de calidez; un escalofrío le recorrió la espalda en ese instante.

Ella sabía que era igual que aquel hombre; solo estaba viva porque seguía siendo hermosa y tenía una utilida