“¡Harvey! ¡Harvey!”.

“¡Ese b*stardo otra vez!”.

Después de oír la llamada de auxilio de la Señora Lee, Joseph sabía muy bien que si no la protegía, no solo perdería su reputación...

¡Sino que muchos también se pondrían del lado de Harvey al darse cuenta de que Joseph le tenía miedo a Harvey!

Dicho esto, Joseph estaba en total desventaja después de lo ocurrido en el nuevo distrito de Flutwell.

Todavía tenía algunas cosas problemáticas que estaba tratando desesperadamente de arreglar.

Si seguía desafiando a Harvey, sin duda le esperaría una guerra total.

Y si eso ocurría, Joseph creía firmemente que sus dos hermanos aprovecharían la oportunidad para aplastarlo de una vez por todas.

Todo por lo que había luchado sería en vano.

Por eso, Joseph no tuvo más remedio que dejar que la Señora Lee se las arreglara sola.

“¡Te mataré tan pronto llegue al poder, Harvey!”.

Era la primera vez que Joseph se sentía tan impotente.

Aparte de gritar de rabia, no había nada más que pudiera hacer