“¡Está aquí, Señor Kamino!”.

“No quería perturbar su descanso...”.

“¡Pero este b*stardo aquí ha estado causando grandes problemas en nuestro territorio!”.

El Mayor Miller mostró una mirada impotente mientras se quejaba con Ai Kamino.

“¡Incluso dijo que no tenías derecho a oponerte a él aunque estuvieras aquí!”.

“¡No eres nada para él!”.

Naturalmente, el Mayor Miller instintivamente trató de avivar las llamas para que Ai arremetiera contra Harvey York.

¡Paf!

Incluso antes de que terminara de hablar, Ai ya lo había tirado al suelo de una bofetada.

La sangre goteaba de las comisuras de los labios del Mayor Miller.

Se estremeció por un momento antes de susurrar: “¡Lo siento, Señor Kamino! ¡No era mi intención causar todo esto!”.

“¡De verdad que no!”.

El Mayor Miller no sabía por qué Ai había decidido abofetearlo. Todo lo que podía hacer era arrastrarse desde el suelo y pedir disculpas.

¡Paf!

Ai envió al Mayor Miller a volar con otra bofetada en la cara.

El Mayor Miller apret