¡Bam!

Harvey cogió con calma otra botella de cerveza antes de volver a golpearla contra la cabeza de Eli sin freno.

“Ya que no me das una declaración, iré a buscar una yo mismo”.

“¡Esta es por mi esposa!”.

¡Bam!

“¡Esta es por mi cuñada!”.

¡Bam!

“¡Esta es por mi suegra!”.

Harvey rompió tres botellas enteras en un instante. La cabeza de Eli estaba completamente cubierta de sangre y fragmentos de cristal mientras gritaba de dolor.

Las hermosas chicas nunca habían visto tanta sangre en toda su vida; gritaron de forma temerosa mientras retrocedían unos cuantos pasos, con expresiones horribles.

“¿Y qué si te pego?”.

Harvey tocó el hombro de Eli.

“Nolan no es diferente a un perro callejero para mí. Aaron también se arrodilló delante de mí...”.

“¿Quién te crees que eres?”.

“¿Te crees tan poderoso? Solo eres un maldito gusano”.

Eli apretó los dientes, lleno de rabia desenfrenada.

“¡Nos insultas a nosotros, la gente noble y aun así no dejas de pegarme! ¡¿Te das cuenta de las cons