“¿Hice trampa?”.

“¿Ni siquiera puedes aceptar una derrota?”.

“Esto es vergonzoso...”.

Harvey miró hacia atrás con una ligera sonrisa después de escuchar las palabras de Aaron. Entonces, señaló las cámaras de vigilancia que lo rodeaban.

“Hay al menos cien cámaras alrededor del maldito lugar”.

“¡Revisa las grabaciones si de verdad crees que hice trampa!”.

“¡Si llegas a encontrar algo, puedo cortarme el brazo entero por ti!”.

“¡Nunca toqué la taza de dados en todo este tiempo, ni la abrí!”.

“¿Pero afirmas que hice trampa?”.

“¿Crees que tus clientes son todos idiotas?”.

“¿O estás diciendo que solo tú puedes ganar?”.

“¡Ten un poco de respeto por ti mismo, Aaron! ¡Eres uno de los líderes de la Pandilla de los Seis!”.

No solo las acusaciones de Aaron fueron inmediatamente anuladas por unas cuantas palabras de Harvey, ¡sino que también fue completamente arrinconado!

La expresión de Aaron no dejaba de cambiar.

Sabía que Harvey tenía razón, y temía que el negocio del Hotel Flutwell