“Si no recuerdo mal, este lugar se llama Hospital de la Fraternidad, ¿verdad?”.

“¡Ni siquiera eres digno de ese nombre!”.

“¡Solo espera a ir a la quiebra!”.

Harvey York miró a Reina Lee con frialdad antes de mirar a Rudolph, indicándole que ignorara a los presentes y continuara tratando a Mandy Zimmer.

Rudolph parecía decidido antes de apresurarse en el quirófano para operar.

Harvey tomó un profundo respiro antes de entrecerrar sus ojos ante la luz roja del quirófano.

Sabía que Mandy no corría un peligro inmediato, pero algunas lesiones podían provocar daños permanentes si no se atendían de un vez.

El tiempo pasaba lentamente. Después de unos diez minutos, la luz de la sala de operaciones se puso verde. Rudolph salió con una expresión ligeramente relajada.

Poco después, sus asistentes empujaron hacia afuera una camilla de la sala.

La cara de Mandy estaba cubierta de vendas en la camilla, pero parecía mucho mejor en ese momento.

“¿Estás bien, Mandy?”.

Lilian Yates se acercó a