“¡Lo-lo siento, Dios de la Guerra!”. Respondió Daito ansiosamente.

“¡Lamento haberle ofendido hoy! ¡Por favor perdóneme, por el bien del Camino Shinkage!”.

“¡Nos iremos ahora mismo! ¡Ahora mismo!".

Daito intentó desesperadamente complacer a Dean.

Inicialmente, asumió que el lisiado Dios de la Guerra solo era feroz en el exterior...

Pero ahora que estaba frente a Dean, se dio cuenta de que Dean estaba en otro nivel incluso entre otros Dioses de la Guerra.

Solo el propio padre de Daito podría ser rival de Dean...

Daito enfrentaría obstáculos abrumadores si luchara contra Dean. Sería pedir la muerte.

Daito era arrogante, pero no estúpido. Él no haría algo tan imprudente.

“¿No es demasiado tarde para pedir perdón?”.

Dean se burló fríamente antes de dar un paso adelante.

¡Crac!

Las rocas en el suelo volaron hacia adelante en un instante. ¡Era una escena de pesadilla!

¡Puf, puf, puf!

Todos los expertos del Camino Shinkage cayeron en charcos de sangre. Ninguno de ellos tuvo la o