Miyata tenía la intención de estrangular a Harvey y aprovechar la oportunidad para pisotear las artes marciales del País H.

Sin embargo, Harvey evadió por completo el ataque.

Pero, la sorpresa solo duró brevemente para un experto como Miyata.

Recuperó la compostura rápidamente y lanzó una descarga de patadas.

¡Fush, fush, fush, fush!

El aire se abría constantemente por sus rápidos ataques.

Eran rápidos y letales. Cualquier persona común que fuera golpeada le explotaría la cabeza.

Scarlett y el resto de los ricos herederos sintieron ese poder y ofensa como un soplo de aire fresco.

Los hermosos rostros de las mujeres estaban de color rojo brillante mientras vitoreaban hacia Miyata, agitando sus puños emocionados en el aire, deseando desesperadamente que Harvey muriera.

Harvey permaneció tranquilo como siempre, simplemente sentado en la silla de piedra mientras sorbía casualmente su té.

Su cuerpo ocasionalmente se movía ligeramente de un lado a otro mientras esquivaba los ataque