“Además, a los Johnson no les ha importado los asuntos de la Casa Esmeralda a lo largo de los años. Y aún así, ¿quieren sacar el dividendo del treinta por ciento de las acciones cada año cuando no han hecho prácticamente nada?”.

“¡Creo que ustedes, los Johnson, quieren tener las cosas fáciles!”.

“Déjame iluminarte. ¡Los dividendos que les pertenecen están todos en nuestras manos!”.

“¡Pagarte quince mil dólares cada año ya es hacerles un favor!”.

“Si no quieres aceptarlo, puedes informar a la policía y demandarnos. ¡Quiero ver quién sufrirá la humillación a medida que el asunto se intensifique!”.

Kaitlyn Parson parecía seria.

"¿De verdad? Entonces, ¿los dividendos que pertenecen a los Johnson a lo largo de los años están en manos de los Parsons?”.

Irene Johnson no estaba enojada. En cambio, sonrió y dijo: “Entonces realmente tenemos que agradecerte por ayudarnos a guardar el dinero”.

"¿Qué tal esto? Solo cobraré un interés del diez por ciento sobre la tarifa por año”.

“No impor