Mandy Zimmer no podía creer lo que veía. ¡Qué regalo tan bonito!

Aquel edificio de oficinas podría alquilarse por al menos tres millones de dólares al año. Sin embargo, el vendedor no pidió ni un centavo y solo solicitó la compra de una villa. Claro, esto último era una forma de ocultarle a Mandy que el edificio había sido entregado a Harvey totalmente gratis.

Harvey sonrió. Ese edificio de oficinas estaba ahora a su nombre. Podía dárselo a Mandy si quisiera.

Sin embargo, él sabía que, sin duda, asustaría a Mandy si lo hacía.

Por eso pensó en tan creíble coartada.

Pues, también le pidió a Tara Lewis que lo ayudara a falsificar el contrato.

En ese momento, Harvey sonrió y dijo: "Mandy, he oído que el jefe de este edificio y el Sénior Armstrong son buenos amigos. Además, él también es muy rico. No les falta en absoluto esta cantidad de dinero".

"Creo que, ya que la otra parte está dispuesta a alquilarnos el edificio, deberíamos hacerles un regalo de agradecimiento. ¿Qué te parece