Pov Damian.

— Si mi Alfa. — Aceptó él e inesperadamente alguien toco la puerta, sorprendido por la rapidez de Max me levanté a abrirle, pero para mí sorpresa era Lorena.

— Damian vi que la luz de tu habitación aún estaba encendida, imaginé que no podías dormir, son muchas cosas las que han pasado, así que me gustaría acompañarte esta noche para ayudarte a conciliar el sueño y cuidar de ti. — Ofreció ella con una sonrisa coqueta y yo de inmediato negué con la cabeza.

— Lorena lo mejor es que vuelvas a tu habitación de inmediato, no tienes porque venir aquí en medio de la noche. — Espeté molesto por su sugerencia, para mí ella solo era una hermana a la que debía cuidar, nada más.

— Pero Damián yo pensé que no sería malo si te acompaño está noche y cuido de ti. — Insistió e intento tocar mi pecho desnudo y tome su mano deteniéndola antes de que pudiera hacerlo.

— Vete a tu habitación, no lo diré de nuevo o haré que mis guardias te lleven hasta allí y te encierren. — Advertí, no entendía