POV Lilian — En este momento no me siento bien, por favor déjame sola. — Musite evitando su penetrante mirada. Mi corazón tamborileaba fuertemente contra mi pecho, no podía más con mis nervios, al solo pensar en que podía estar frente a un híbrido, el cual quería asesinar a mi padre hacía que me estremeciera, estaba aterrada e incluso empezaba a tener náuseas. No podía ser sincera con él, aunque para él parecía ser claro que estaba embarazada, yo no podía decirle que el padre de mi bebé era Damian. Definitivamente tenía que escapar cuánto antes, cada minuto que pasaba aquí mi vida corría peligro y lo peor de todo es que él quería obligarme a ser su Luna. Esperaba con todo mi corazón que lo que había dicho Damian fuese cierto y que de verdad fuera a ayudarme a escapar. — Lilian, ya que ese hombre no está contigo y no se hizo responsable de ti y el bebé, yo me convertiré en el verdadero padre de tu hijo, pero antes debo acabar con él para que luego no pretenda acercarse a mí hijo,
Cuando conseguí calmarme un poco, decidí volver, esperando que él ya no estuviese en la habitación de Lilian y decidí arriesgarme a ir, sabía cuál era y necesitaba ver que ella estuviera bien, que él no le hubiese hecho nada. Estaba seguro que habría guardias adentro al pendiente de que nadie se acerque a ella, por lo que subí la pared para llegar a su ventana, la cual estaba en el segundo piso y estaba abierta, al ver que solo estaba ella peinando su cabello de espaldas a mí y al asegurarme de que Sebastián no se veía por ningún lado, decidí entrar. — ¿Qué haces aquí? — Preguntó con los ojos abiertos de par en par, volteando hacía mí al escuchar el ruido que hice al entrar. — Lilian, ¿Estás bien? ¿Él no te hizo nada malo verdad? — Pregunté tenso, sin poder dejarla de mirar de arriba abajo para asegurarme de que estuviese bien y quise acercarme a ella para abrazarla. — Estoy bien. — Suspiró dando un paso atrás para que no lo hiciera y mi corazón se sintió extremadamente vacío. — No
POV Sebastián Al fin estábamos aquí, hoy finalmente mi compromiso con Lilian sería oficial, no era lo mismo que una boda, pero sería suficiente y la ceremonia era bastante similar a una. Todos en la manada comenzarían a respetarla como mi futura Luna y ella ya no podría dar marcha atrás, estaría condenada a ser mi Luna así no lo quisiera y deberá obedecerme en todo lo que le pida. Esto garantizará mi ascenso para unirme al círculo de poder en el reino de mi abuelo, él estará feliz e impresionado cuando conozca a Lilian, su poder sanador es justo lo que él necesita y podrá usarla sin ninguna restricción, porque no importa lo que a ella le pueda suceder mientras yo obtenga lo que quiero. Había pensado en ir a verla antes de venir aquí, para que me dijera de una vez el nombre del padre de su hijo, porque yo estaba completamente seguro de que estaba embarazada, pero al final decidí no hacerlo, ella tarde o temprano me lo diría, aparte esto es algo que no debería importarme demasiado, p
— Suéltenla ya malditos. — Escuché la voz de Damián y voltee para verlo correr hacía nosotros con sus garras afuera, con las cuales cortó la garganta de uno de los guardias que me sostenía y este cayó al piso desangrándose mientras el otro se preparaba para atacar a Damián. — Nos están atacando. — Gritó el otro guardia sacando sus garras también y muchos lobos y guardias empezaron a acercarse, rodeándonos, listos para ir en contra de Damián. Mi corazón entró en pánico, Damian a pesar de que era poderoso no podría con tantos, ni siquiera con mi ayuda, ambos moriríamos, serían tres muertes si había un bebé en mi vientre. — Cobardes. — Masculló Damian mientras clavaba sus garras en el que gritó, pero está vez no salió ileso, porque el guardia también clavó sus garras en el cuerpo de Damián. Al ver la sangre mi vista se nublo y mi corazón dolió, él ya estaba herido y tenía que enfrentarse a muchos. — Saquen a la futura Luna de aquí. — Dijo uno de los guardias que atacaba por detrás a
POV Lilian Estaba siendo llevada lejos del desastre, pero mi mente no podía dejar de pensar en Damian y me sentía totalmente desesperada. El calor del verano era abrasador, mi cuerpo estaba sudoroso y me sentía más cansada. — Lilian, debes subir. — Me instó Diana cuando llegamos a su auto. — Damián, él está en peligro, no podemos dejarlo. — Solloce, el dolor y la culpa arrasaban cada fibra de mi cuerpo y empecé a temblar por todas las emociones contenidas. — Lilian, yo volveré a asegurarme que él esté bien. — Espetó Max y vi que Diana lo miraba completamente desconcertada antes de negar con la cabeza desesperadamente. — No lo hagas Max, él dijo que vengas con nosotros, ese es el plan. — Murmuró y podía ver cierta desesperación en su mirada. — Por favor, tienes que venir con nosotros. — Pidió con voz rota, casi suplicándole con la mirada. No lo entendía, ¿Qué estaba ocurriendo entre ella y Max? Su vínculo parecía ser demasiado profundo. — Estaré bien, no debes preocuparte, mi d
La vi asentir desesperadamente y suspiré, tomando su mano. — Siento mucho lo que te sucedió por mi culpa, quería ayudarte a recuperar tu voz, estoy muy agradecida por lo que hiciste por mí y espero que puedas perdonarme. — Le dije y ella de repente me abrazó tomándome por sorpresa, yo le devolví el abrazo y luego me soltó, quitándome la nota que me había entregado y empezando a escribir en esta. “Lilian no te preocupes, estaba frustrada, pero se que lo lamentas y la verdad es que no es tu culpa, yo tampoco imaginé que Sebastián podría ser tan cruel, ya no te culpo, solo quiero ir con mi prima y ahora tú debes huir sin mirar atrás, cuídate.” Leí cuando me la entregó y aunque no tenía ganas de sonreír, le sonreí, me aliviaba que ella no me culpara e incluso a pesar de todo se preocupaba de cierta manera por mí. — Muchas gracias Elena, espero que nos podamos volver a encontrar en el futuro en una situación mucho mejor, cuídate mucho. — Le dije y ella asintió con una pequeña sonrisa. —
POV Richard — Parece que quien viene manejando es una mujer y no se ve que nadie más la acompañe, no será una amenaza. — Dije relajándome al ver que no representaba peligro para nosotros. — Le pediré ayuda. — Afirmé antes de bajarme, viendo que el auto viejo se detenía muy cerca del nuestro. Al acercarme, me di cuenta de que quien manejaba era mi esposa, aliviándome completamente, no había querido involucrarla en todo esto, pero que ella estuviera aquí nos ayudaría mucho. — Cariño, ¿Por qué estás aquí? — Le pregunté cuando ella bajó la ventanilla. — No podía quedarme sin hacer nada, avísale a las chicas y suban rápido que te estás mojando más. — Me dijo ella con una pequeña sonrisa transmitiendo esa paz que solo ella me daba y asentí antes de correr hacía el auto de nuevo. — Diana es tu madre, vamos. — Les dije y ellas parecieron aliviadas, antes de bajar corriendo para subir al otro auto. — Mamá, ¿Por qué viniste aquí? No te queríamos meter en problemas. — Suspiró Diana preocup
El auto se detuvo y rápidamente ví a un hombre joven bajar, mirándome desconcertado. — ¿Beta Richard? — Preguntó y mi ceño se frunció de inmediato. No entendía como él podía conocer mi nombre cuando está era la primera vez que yo lo veía. — ¿Quién eres tú? ¿Por qué sabes mi nombre? — pregunté a la defensiva. — Yo soy el hijo adoptivo del Rogue, mi nombre es Nathan, te reconocí porque te pareces a él. — Se presentó extendiendo su mano hacia mí y yo lo miré entrecerrando los ojos. No sabía que mi primo tuviera un hijo adoptivo, creía que debía estar esperando a su hija con ansias para que fuera su heredera. — ¿Cómo se que lo que dices es cierto? — Interrogue, en este momento en que mi mente solo pensaba en el peligro en que estábamos no podía confiar en nadie. Él sonrió y lo vi sacar una carta del bolsillo de su chaqueta la cuál me extendió para que la mirará, está era la misma que yo le había escrito al Rogue para avisarle sobre Lilian. No estaba mintiendo, pero ¿Por qué no sabí