KIARA.DIAS DESPUÉS.—Tienes que comer un poco más kiara.— Rogó Dylan, estirando la cuchara.—Te he dicho que ya no quiero y no soy una niña para que me estés dando de comer.— Reclamó con cansancio. Dylan regreso la cuchara al plato dejandolo en la mesa.—Se que no eres una niña pero estoy preocupado por ti.— Soltó un suspiro. —Te vez mucho más delgada.— En su voz se podía escuchar la preocupación.—Estoy bien, no tienes por qué preocuparte.— Intento converserlo. —Perdon por como te hablé hace unos minutos no fue mi intención.— Se disculpó Kiara. —Pero estoy así por los medicamentos. Solo por eso.— Mintió —No te disculpes, no estoy enojado ni nada — Se acercó un poco más a Kiara. —¿Por que no cambiamos de tema?.——Por mi está bien, ¿dime de qué quieres hablar.— Se separó un poco acomodándose en el sofá.—El reloj está muy lindo.— Tocó un poco el reloj que estaba en la muñeca de Kiara.así sintiendo un poco su suave piel.—Es un reloj de pareja.— Soltó sin pensarlo. —Demian me lo reg
KIARA.Un mes después.LLAMADA TELEFÓNICA.—Ya tengo todo listo.— Dijo Kiara con el celular en su oído.—Me parece maravilloso, apenas vi las fotos y quedó estupendo estoy segura que a Emily le gustará su nueva habitación.— Respondieron tras la otra línea. —Siento mucho que apenas vayamos pero sabes que tuve algunos problemas con mi universidad y todo fue un caos.— —No hay nada de que preocuparse, lo que importa es que en cuatro días estarán ya acá.— Hablo Kiara, mirando como más personas entraban al local. —Tengo que ir me ya, han llegado las clientes.——Esta bien en cuatro días nos vemos. cuidate.—Se despidió.LLAMADA FINALIZADA.Kiara guardo su celular para ingresar de nuevo a su lugar de trabajo.—Justo a tiempo.— Dijo su jefa al verla pasar.—He visto que necesitan ayuda.— Contesto colocándose el mandil.—Asi es, aún te quedaban veinte minutos para tu almuerzo siento que tengas que perderlos.— Se disculpo su jefa.—No se preocupe, iré a atender las mesas.— Aviso tomando una pequ
KIARA.Quiso abrir los ojos pero sentía demasiada pesadez en ellos.Estaba cobrando por completo la conciencia , tardó algunos minutos en abrir los ojos por completo recordando todo lo que había sucedido, Estaba tirada en el suelo. podía sentir el frió debajo de ella.Su pecho empezó a oprimirse y el miedo a invadir su cuerpo.Analizó el lugar dándose cuenta que no estaba sola.—¿Mar..Marcelo?— Preguntó al ver en la esquina superior un cuerpo tumbado en el suelo.Como pudo se levantó, agarrándose de la pared sus piernas temblaban al igual que su cuerpo.Al llegar se arrodilló confirmando que si era el primo de Demián.—hey, hey despierta.— Tocó su hombro para sacudirlo. —Vamos, despierta.— Rogó.Estaban encerrados en un cuarto con poca iluminación, sin absolutamente nada.—¿Que mierda?— Escucho a Marcelo maldecir para soltar quejidos. —Mi cabeza.— Volvió a quejarse para llevar una de sus manos a la área mencionada. —¿Donde esta Azucena.?— Pregunto en su voz podía escucharse la desespe
DEMIÁN.Se quitó las gafas que ahora usaba para que su vista no se cansará por estar todo el día leyendo papeles y viendo la laptop.Dejó caer todo su cuerpo en su asiento, se sentía cansado y frustrado por tanto trabajo.Y el no saber nada de Kiara hacia que sus días fueran mucho más estresantes de lo normal, le había dicho que no la buscaría para que así pudiera sanar como era debido y hasta el momento lo había cumplido.Unos pequeños toques sonaron en la puerta.—Pase.— Dijo Demián acomodándose nuevamente como era debido.—Hola, te traigo estos documentos para que los firmes.— Saludo Duncan cuando entró a la oficina.—Damelos, ¿como te fue ayer en la noche con los inversionistas?— Preguntó Demián tomando los papeles dándoles una ojeada.—Bien, tomaron hasta que cayeron inconscientes.— Respondió restándole importancia. —¿Puedo preguntar algo?— Demian firmo los papeles entregandoselos de nuevo a Duncan.—Claro, ¿Que es?— Cuestióno.—¿Has intentado comunicarte con Kiara?¿Encerio no l
KIARA.Abrazo más sus piernas, se encontraba sentada sola en ese cuarto, los hombres se habían llevado a Marcelo seguramente para volverlo a torturar.Era lo que habían estado haciendo los días que llevaban encerrados.La puerta fue abierta, miro como el cuerpo de Marcelo era aventado con brusquedad, Kiara limpió sus lágrimas para acercarse a ayudarlo.—Ese bastardo es resistente.— Escucho decir a uno de los hombres quienes solo los miraban con burda.Kiara no quiso mirarlos, estaba asqueada por tal brutalidad con que lo habían tratado.La puerta fue cerrada y escucho el seguro ser puesto.Soltó el aire que había estado sosteniendo.
KIARA.Sintió asco al sentir las manos del hombre en su cuerpo, sabía que otra vez sería ultrajada en el pasado nunca nadie venía en su ayuda y eso no cambiaria en ese momento.Sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas la desesperación que sentía era inimaginable.Sintió las manos ajedad tomar la tela de su ropa. Se la quitaría el hombre estaba por empezar a torturarla.—Demian ayudame por favor.— era lo único que pasaba por su mente.Quería desconectarse de la realidad, quería abandonar su cuerpo.De un momento a otro ya no sintió peso encima suyo.—¿Que mierda quieres joder?— Escucho preguntar al hombre.No sabía dado cuenta que había entrado otra persona al lugar.—Rosaline nos habla es urgente.— Aviso. —Vamos rápido al rato podrás divertirte lo que quieras.— Le dijo.El hombre miro a Kiara quien no se había movido.—Bien, vamos rápido.— El hombre tomo su camisa para volverse la a poner.Kiara siguió sin moverse hasta que escucho la puerta ser cerrada, como pudo se levantó para c
KIARA.Observaba con detenimiento la ventana cualquiera podría decir que estaba admirando el paisaje que aquella habitación tenía pero era todo lo contrario.Kiara estaba sumergida en su mente.—¿Hija?— Escucho la voz de su madre provocando que saliera de sus pensamientos.No había escuchado cuando abrieron la puerta.—Mamá.— Le regalo una sonrisa la cual en segundos fue reemplazada por un gesto de dolor.—No te muevas mucho hija. ¿Estas bien? ¿No te lastimaste?— Preguntó preocupada, revisando su rostro.—Estoy bien, solo me moví un poco brusco.— Dijo en un intento de calmar a su tan asustada madre. —¿Donde esta papá?— Preguntó al no verlo entrar.—Esta arreglando unos papeles para que hoy mismo te den de alta, hemos contratado a unas enfermeras para que te cuiden en casa.— Explicó. —No sabes lo preocupados que estábamos, fuimos a la estación de policía pero no, no querían ayudar.— Sollozo.—Pero si solo he estado ausente un día no había por que preocuparse, perdón por a verlos asusta
KIARA.Sentía la brisa en su rostro pronto se acercaría el invierno su estación del año favorita.Kiara se encontraba con su hija y Duncan en el jardín.Emily jugaba sentada en una manta en el césped mientras los dos mayores hablaban.—Hable con Demián me contó que irán al acuario.— Mencionó Duncan regalándole fugaces sonrisas a Emily cuando sus miradas se conectaban. —Para ser sincera si en el pasado me hubieran dicho que ustedes dos terminarían siendo amigos los abría tomado de locos.— Habló. —Si, acepté que fuéramos al acuario.— Respondió sin mostrar alguna pizca de emoción.—Yo también abría pensado eso pero miranos ahora.— Dijo. —¿Y encerio quieres pasar tiempo con el? Puedo notar que no te entusiasma mucho esa salida.— La observó podía notar que nuevamente su brillo empezaba a apagarse.—¿Recuerdas la vez que fuimos a aquella cabaña con Emily?— Preguntó recordando aquellos momentos.—Si, lo hago.— Respondió estirando su mano para entregarle un juguete a la pequeña.—Tal vez est