Como un reloj, y todavía ligeramente ebrio, el cerebro de Liam lo despertó poco después de las 3:00 AM.Pero a diferencia de todas las otras veces en el pasado, cuando se despertaba listo para afrontar su día, hoy se levantó reseco, convencido de que había estado muerto durante más de un siglo.Cada parte de su cuerpo le dolía, y además tenía un tremendo dolor de cabeza.Gruñó cuando abrió los ojos y vio un sensual cabello castaño extendido sobre su brazo.Era Edén. Su infierno. Su paraíso.¿Por qué estaba ella en casa de él de nuevo?¿Acaso la llamó borracho?¿Y ella vino a él? ¿Dejó al abogado por él?Recordó haber hablado con ella por teléfono, y ella haberle contestado de forma testaruda, pero ¿qué pasó después de eso?“Estás despierto”, Eden se movió y se volteó hacia él, mirándolo con los ojos entrecerrados.Dios, incluso en la oscuridad ella se veía hermosa. Y sus ojos eran aún más fascinantes cuando no estaban ocultos detrás de sus gafas.“¿Tienes resaca?”, murmuró s
Liam estuvo encerrado en reuniones consecutivas durante gran parte de su día, por lo que no tuvo la oportunidad de ver a Eden. Pero igual le envió innumerables recordatorios sobre su cena con Vic Randolph, el fundador y director ejecutivo de Lusso.Cuando salió de Logística Anderson, después de que su última reunión con un cliente fuera de la ciudad durara más de lo que él deseaba, el edificio ya estaba medio vacío.Eden también se había ido hacía mucho tiempo, a pesar de que él le había pedido expresamente que se quedara para poder informarle sobre la esposa de Randolph.Mientras se dirigía al coche que lo esperaba en la entrada, Liam le pidió a Clara que se pusiera en contacto con Eden, y que se asegurara de que al menos ya estaba en él.Su asistente lo intentó varias veces, pero no recibió respuesta a sus llamadas.“No puedo contactarla, señor”. Clara con una expresión de susto en su rostro se volvió hacia él, con los hombros hundidos por la derrota.“Me lo imaginé”, dijo Lia
Las cinco se apiñaron alrededor de la ventana y miraron la fila de coches oscuros de lujo estacionados en la acera. Eden contó cuatro, incluyendo el de Liam.No podía entender por qué tenía que aparecer de forma tan dramática de nuevo hoy y traer su equipo de seguridad consigo. Ella ya estaba en boca del vecindario debido a su hazaña de anoche. Vecinos curiosos se habían acercado durante el día para preguntarle a Brenda si habían tenido un invitado famoso.“¿Siempre viaja con tanta seguridad?”, preguntó Lydia.“Bueno, si fueras una multimillonaria, no creo que quisieras andar sola por ahí. No cuando hay una posibilidad muy real de que te secuestren en cualquier momento y te retengan para pedir un rescate”, dijo Cassandra, ahorrándole el problema a Eden de tener que explicar que el padre de su bebé no era un tipo muy agradable y había enfadado a mucha gente, incluyendo a los gemelos Ivanov y el bajo mundo de Castillo de Piedra.“¿Crees que volverá? ¡Parecía tan molesto como un loco
Pasaron casi una hora en donde Nicci, revisando su colección de vestidos formales.Eden habría terminado en cinco minutos si hubiera estado sola, pero Liam no estaba satisfecho con ninguno de los vestidos que se probaba.Finalmente se decidió por un vestido negro con pliegues, con tirantentes en el cuelo, que le llegaba a las rodillas; y lo combinó con tacones Jimmie Choo y un bolso de mano a juego, lo suficientemente grande como para guardar su teléfono, sus llaves y su lápiz labial.Cuando Liam entró en el vestidor, Eden estaba vestida y lista para cerrar su primer acuerdo comercial.Sus ojos chocaron en el espejo, y se miraron muy brevemente, antes de que su mirada la acariciara suavemente de la cabeza a los pies, con una pequeña sonrisa en sus labios.“¿Qué estás haciendo aquí?”, preguntó Eden mientras se daba la vuelta para fruncirle el ceño, deseando poder golpearse a sí misma por sonrojarse como una colegiala ante la insinuación de aprobación que vio en sus ojos. “¿Cómo te
El propietario de Lusso, Vic Randolph, y su esposa Kayla ya estaban sentados y tomando sus martinis, cuando Liam entró en La Famiglia con Eden a su lado, su mano firmemente en la de él.Ambos hombres se pusieron manos a la obra en cuanto terminaron las presentaciones y las cortesías.Eden desempeñó el papel de anfitriona a la perfección, dando la milla extra para estar atenta a la esposa de Randolph, mientras atendía todos sus caprichos y necesidades.Kayla Randolph era bonita, y tenía la mitad de la edad de su esposo, pero tenía suficiente plástico en la cara y el cuerpo para llenar un vertedero. Sin embargo, a Liam le agradaba. Ella era cordial y educada. No se parece en nada a muchas de las esposas trofeo que había conocido en el pasado.Cada vez que desviaba la mirada de su negociación con el dueño de Lusso, encontraba a Eden y Kayla profundamente ensimismadas en su conversación, y sonreía un poco, complacido al ver que había tomado la decisión correcta al traerla con ella.T
Cinco minutos más tarde, cuando Liam salió del baño con los pantis de encaje de Eden bien guardados en el bolsillo, se encuentró con Laura y su séquito de abogadas y contadoras.Se había encontrado con ellas algunas veces, también había salido a cenar o a ver un espectáculo con ellas una o dos veces. Pero no podía decir que le agradaba ninguna de ellas."¡Li!”, Laura corrió directamente a sus brazos, pero él no reaccionó de la misma manera, negándose a abrirlos para ella.“Sigueme la corriente y finge que estás feliz de verme”, dijo ella en voz baja. “Ellas no saben que rompimos”.“No es mi problema”, respondió, igualando su sonrisa.Laura se giró hacia sus amigas y les pidió que la disculparan, prometiéndoles que las alcanzaría en un momento.La amistosa máscara que había usado hace unos segundos se desprendió en el momento en que estuvieron solos, y ella se dirigió hacia él ferozmente, como una serpiente venenosa. “En serio, Liam, ¿no podías hacerme ese pequeño favor?”.Antes
"¿Qué estás haciendo?", preguntó Eden mientras cruzaba sus brazos y miraba a Liam. Ya era bastante tedioso tener que presenciar a Laura atorada tan profundamente en su garganta que pensó que él se atragantaría con ella. Pero ahora, ni siquiera quería dejarla ir a casa."Eres mi acompañante, y mi trabajo es llevarte a casa"."¡No!, esta era una reunión de trabajo", le recordó, cerrando los ojos brevemente, mientras contaba lentamente hasta diez, en un intento inútil de aliviar su ira. Pero cuando llegó al final de su cuenta regresiva mental, todavía no estaba ni cerca de la calma.Ella estaba furiosa y enojada con él por coquetear con su ex, Laura, frente a ella y, molesta consigo misma por actuar como una adolescente celosa."Eden, ¿qué sucede?", preguntó Liam. "¿Estás molesta por Laura? Ella no significa nada para mí, te dije que...".Ella levantó la mano para detenerlo antes de que se lanzara a una larga explicación que no haría más que hacerlo parecer aún más culpable. "Por fav
Comenzaron a desnudarse el uno al otro como si fuera urgente, y en unos momentos, estaban completamente desnudos.Por alguna razón incomprensible, Eden pareció cohibida de repente, y trató de cubrirse. Pero Liam apartó suavemente sus manos y la atrajo hacia él, disfrutando de la sensación de su piel suave como la seda, mientras su pequeña figura se fundía con la de él en un abrazo cálido."No te escondas nunca de mí, Princesa". La elogió mientras acercaba sus labios con los suyos y empujaba su lengua dentro de su boca, gimiendo cuando ella se abrió un poco más, cediendo a sus deseos.No pasó mucho tiempo para que su beso y las llamas entre ellos se descontrolaran, y su pena se endureciera a la vez."Extrañaba esto", ronroneó Eden, tomándolo en su mano, y comenzó a acariciarlo suavemente.Liam cerró los ojos, jadeando con fuerza cuando ella envolvió sus dedos alrededor de él y se movió arriba y abajo por su palpitante miembro, en un movimiento rítmico.Ella estaba un poco indecisa