Una semana después
Violet está nerviosa, hoy le toca trabajar en el bufete y teme encontrarse con Michael y que le duela que él la ignore.«¿Lo hará?» Piensa ella mientras espera que entre el personal por su desayuno. Toma un respiro profundo y trata de tranquilizarse, hasta ahora no ha tenido problemas allí y no quiere cometer ningún error por estar pensando en él, el dinero extra que está generando en el bufete le ha servido para ahorrar para su nuevo proyecto; después de haber dicho que no le gustaría, darle clases a los niños le ha apasionado muchísimo más que lo que había vaticinado su hermana Lysa.«Se pondrá muy feliz cuando le cuente que aceptaré la ayuda de Noah y abriré una mini escuela de ballet.» —Violet sonríe solo de pensar en su nuevo proyecto tan esperado ahora—, «Quizás le pida a Gretel hacer una alianza, creo que será muy beneficioso para las dos.»Se sobresalta al ver que alguien le pasaViolet entró al lobby del edificio de Michael, saludó al conserje que conocía de vista de las veces que vino sola o acompañada por el abogado, siguió caminando como si ellos no hubieran terminado hasta llegar al ascensor, pidiendo interiormente que no estuviera al tanto de que ellos habían terminado y no la dejara pasar; respiró aliviada cuando entró al reducido espacio y no la detuvieron.Al salir al pasillo del apartamento se puso más nerviosa, preguntándose si él la recibirá, a medio camino detiene su caminar reprochándose no haber llamado antes. Estrujándose las manos reanudó sus pasos y llegó frente a la puerta. Respiró profundo y tocó a la puerta.Mientras esperaba la respiración y los latidos del corazón se aceleraron por tantos nervios que sentía, tal parecía que e
Días despuésViolet estaba llevando unos cafés a unos clientes cuando vio a Michael junto a Eva y Laura, las secretarias que eran clientes habituales de la cafetería. Se detuvo al advertir lo cerca que estaba de Eva mientras comía unos de los budines que le habían servido. Iba a continuar con su trabajo cuando observó a Michael dejar el pozuelo en la mesa y besar a Eva, el dolor de verlo hacer eso la hizo dejar caer la bandeja que traía en las manos y salir corriendo para el vestuario del lugar. Su amiga Rose la siguió y pasándole la mano por la espalda le dijo que él no valía la pena.—Te recompones y sales allí, no le des el gusto de ver que te afecta lo que hace o deja de hacer.Violet asintió en acuerdo a lo que su amiga le dijo, fue hasta el baño y parándose frente al lavabo se mojó la cara borrando todo rastro de lágrimas. Tomó una toalla que Rose le brindó, se secó la cara y mirándose al espejo s
Violet tomó el teléfono con nerviosismo, su cabeza es un remolino de pensamiento, ¿Michael querrá tomar su llamada, y si lo hace si va a querer reunirse con ella? ¿Qué hará cuando sepa que va a ser padre? Suspiró profundo y cogiendo valor marcó el número de teléfono, se mordió una uña esperando mientras escucha el tono de marcado, espere, espera y se cae la llamada, Michael no la ha tomado, suspira con tristeza y vuelve a marcar, quizás él no está cerca y no lo escuchó, al tercer timbre toman la llamada, pero no dicen nada, nerviosa saluda y escucha una risa de mujer.—Hi darling, Michael no quiere verte más, espero que no vuelvas a llamar.Esa voz Violet la conocía; es Amanda, la hija de uno de los socios del bufete, la misma que estuvo en el departamento de Michael y en la cafetería con la madre de este.—Tengo que hablar con él, por favor dile que se ponga al teléfono.
Michael marca el número de Violet, pero ella no responde la llamada, vuelve a jugar con el teléfono entre sus dedos, y decide ir a visitarla al día siguiente cuando salga del bufete. Elliot le brinda una cerveza y él la toma dando un trago grande, necesita bajar el mal sabor que le dejó el mensaje de Violet.—Me hubiese encantado haber conocido a esta chica, nunca te había visto tan alterado por una mujer. —comentó Elliot sentando en frente a él con otra botella de cerveza en la mano.Michael suspiró y se pasó la mano por la cabeza alborotando su cabello.—Ahora mismo no quiero hablar de ella, en otra ocasión te contaré lo que pasó y porque terminé con ella. —respondió Michael recostando la cabeza en el sofá.—Cuando estés listo hermano, ya sabes que estoy aquí para lo que haga falta.¿Lo que le hiciera falta? Le hacía falta Violet, pero la
El médico se acercó a la cama y comenzó a examinar a Violet.—Una pediatra está atendiendo a tu hijo, yo solo vine a ver cómo estabas. ¿Cómo te sientes?—Me siento un poco mareada por la anestesia. —respondió Violet y enseguida preguntó—: ¿Está seguro que no sabe nada de mi bebé?El médico suspiró y tomó la mano de ella.—Entiendo que es desesperante esperar noticias, y más cuando es de tu hijo, pero debes estar calmada, no hace seis horas que saliste de un salón, los efectos de la anestesia no se han pasado, ten calma.Violet bufó en desacuerdo y Lysa le hizo gestos con las manos para que se mantuviera calmada.El doctor la miró nervioso y se despidió, cuando estaba fuera de la habitación Lysa lo alcanzó sujetando su brazo.—¿Por qué siento que no fue completamente sincero allá dentro? Lo noté
Seis meses despuésViolet le sudaban las palmas de las manos, el corazón acelerado, levantó el telón y al ver la cantidad de público que los esperaba comenzó a juguetear con la tela que tenía en las manos. Saltó cuando Gretel le habló poniéndole una mano en el hombro.—No te preocupes, lo harás maravilloso como siempre.—Nunca habíamos tenido tanto público solo para vernos a nosotros, siempre era compartiendo escenario con otra compañía. —respondió Violet mirando a su amiga y compañera mordiéndose una uña.Hoy Violet sería la bailarina principal de la obra Sueño de una noche de verano, estarían críticos y expertos en ballet, eso la ponían muchísimo más nerviosa, estarían evaluando no solamente el desempeño de la compañía, su desempeño también sería mirado con lupas.—Hoy entraremos a las grandes ligas, lo haremos bien, que h
Violet pasaba de la confusión a la curiosidad, no entendía que hacía Rebeca allí, ella y la otra mujer nunca se llevaron bien cuando trabajaba en la cafetería. Ganó la curiosidad al ver que su excompañera no hablaba y se veía nerviosa, algo no habitual en la mujer.—¿Qué haces aquí?Rebeca se mordió el labio de abajo y desvío la mirada.—Yo... tengo... no, no tengo, necesito hablar contigo —respondió Rebeca al principio con dudas, luego más decidida.—¿Hablar? No creo que tú y yo tengamos que decirnos mucho. Por qué no te vas por donde viniste, tus comentarios sarcásticos y mal intencionados no los extrañé para nada. —respondió Violet y comenzó a cerrar la puerta.—Yo no sabía que estabas embarazada. —dijo Rebeca poniendo una mano en la puerta para evitar que la bailarina la cerra.Violet frunció el ceño, no sabe como Rebeca supo
Violet esperaba en el auto que Noah y Jess Morriss hablaran con Rodney Summerfield, su hermano le había pedido que no fuera y dejara que él y el abogado se encargaran de esto, ella aceptó, sin embargo, cuando los dos hombres salían a ver al enfermero, Violet no se aguantó y se unió a ellos, ahora esperaba dentro del auto, Jess creía que el Summerfield sería más comunicativo si no la veía.Violet cruzó los brazos sobre el vientre, y comenzó a juguetear con el bolso, el nerviosismo de la espera y no saber que pasaría dentro de aquella casa la tenían con hiperactividad. Se sorprendió cuando después de hablar con una mujer de unos cuarenta años, su hermano y Jess regresaron al auto y subieron sin decir nada.—¿Por qué no hablaron con Rodney? —preguntó cuando no pudo más con la espera.—Rodney Summerfield ya no vive en esta casa, una familia es la nueva propietaria de la casa. —respondió Jess.—Pe