Algo termina de quebrarse en mi interior, y no por el hecho de su muerte, sino, porque es en ese momento en el que me doy cuenta de que algo malo pasa conmigo, una ola gélida recorre cada espacio de mi piel, las palabras se han amontonado en mi garganta enmudeciéndome, el mundo cambia y mi universo se derrumba, los castillos que había creado poco a poco se derrumban y siento rabia, siento...
—Déjame a solas con ella —escucho que Rayan le pide a Sam, quiero patearle las bolas por hijo de puta, pero mi vista se queda suspendida en mis manos hechos puños.
—No haré lo que me pidas, si Azura quiere que me vaya que me lo diga ella —replica Sam.
—No es momento de jugar al héroe, sal de la puta habitación Hamilton —lo encara Rayan.
—Largo —pido y
RAYANSiento que el cuerpo me arde, estoy harto, asqueado, mis padres ni siquiera se han dado cuenta de lo que realmente ocurre, y es que al igual que fueron los de Azura, son un par de hipócritas que la única preocupación que tienen es poder amasar más su fortuna, inyectarle la suficiente cantidad a su hijo, y dedicarse a sus mierdas. Azura había perdido a sus padres, cosa que no le duele, eso no la hace mala persona, simplemente que ellos nunca estuvieron en su vida, fueron los fantasmas que habitaban en sus recuerdos, solo eso, así es la realidad.Dejarla con Sam no me hacía feliz y mucho me hacía sentir tranquilo, pero tenía que arreglar primero el problema con el escorpión, y hacerme de un lugar en el que solo me tenían que respetar a mí. Él era la piedra en el zapato, y ya tenía que apartarla de mi camino, eliminado
AZURAHan pasado dos malditos días desde que fue el funeral de mis padres, me siento mal porque su ausencia no hace gran hueco en mi interior, ya que toda la vida nunca estuvieron presentes, la casa se siente igual de fría, pese a que mi tía y mis primos se encuentran invadiendo mi espacio, sigue estando hueca. Mi tía ha resultado ser una verdadera caja de sorpresas, es tierna, atenta e incluso cuando hablamos con los abogados con respecto al testamento de mis padres, se aseguró de que me sintiera cómoda.Tengo que esperar cerca de cinco meses para poder acceder a todos los millones que me dejaron aquellas personas que me trajeron a la vida y nunca estuvieron, lo cual me parece una aberración, pero era al final mi dinero. También me he enterado que Dylan Campbell es un año mayor que yo, tiene veinte
Dylan se pone de pie abruptamente, él y yo iremos juntos a la misma escuela, yo quería que ambos lo hicieran, pero Dayana dijo que no va con su estilo estar rodeada de una escuela de niños pijos presumiendo los millones que les dan sus papás, Dylan lo hace más a fuerza que de ganas, ya que al no ir su media hermana, lo deja como mi única opción, la inscripción y todo corre por mi cuenta, bueno, por la de mis padres, es lo que recomendó mi psiquiatra, que estuviera rodeada de familia, y como es bien sabido que en la escuela no me quieren porque me toman de creída, pija, mimada y porque al ser la protegida de Rayan, me hizo ganar una enorme enemistad entre las chicas que se lo querían follar, Dylan es mi primo, y es lo más cercano.—Prepararé mis cosas —arguye y sube las escaleras, como siempre, callado, distante, misterioso pero observador y protector con la tía Rita.
RAYANNo escucho las voces a mí alrededor, ya que no dejo de pensar en Azura, en estos momentos debe estar berreando y maldiciéndome por haberla encerrado en mi habitación con llave, pero necesitaba que procesara lo ocurrido, pero el punto es que estando aquí queriendo arreglar las mierdas que dejó el escorpión sobre sus negocios, porque al ser el dueño actual, no pensaba hacerlo bajo el agua, así que necesitábamos limpiar todo. Mi polla arde al recordar la noche en la que la hice sangrar y tengo que tomar agua para calmar mis ansías de salir corriendo y penetrarla.—Debemos ir a Hawái a arreglar esto, es importante hablar con el Bukero, el tipo que manejaba la mitad de la jaula —dice Anastasia y salgo de mi ensimismamiento.—Pueden ir ustedes, yo tengo asuntos que arreglar —espeto con firmeza.
AZURAEl calor me resulta agobiante, mucho más cuando es tener que aguantar a tu mejor cretino amigo, todo un vuelo, Rayan es un capullo que no me permitió respirar en todo el vuelo, su mirada siempre estuvo encima de mí, sus amigos se alejaban de nosotros para darnos espacio, pero lo cierto era que no deseaba estar a solas con él, aun no le perdonaba y sinceramente no sé cuánto tiempo me tome hacerlo.Respiro hondo cuando bajamos del avión privado, en la punta de la lengua se resbalan las preguntas que quiero hacerle, pero mi orgullo me lo impide, así que prefiero permanecer en la ignorancia y creer que un tío lejano le dio su herencia. Piso firme y estoy a punto de caminar detrás de la zorra calienta pollas que se lo quiere tirar, cuando Rayan me detiene mediante un agarre fuerte antes de seguir mi camino.
AZURAEl calor comienza a sofocarme, no sé estoy haciendo pero Dylan me ha convencido que es lo mejor para vengarme de Rayan, camino lento, tratando de no despertarlo, hace quince minutos que la rubia con la que llegó, salió hecha una furia, argumentando que nadie le había hecho tal desplante cuando de sexo se trataba. Me alegro, ya que era obvio que Rayan una vez quedando dormido por la alta de ingesta alcohólica, es difícil que su pene entre en acción.Llego hasta mi maleta y saco unos jeans ajustados, me los pongo lo más rápido que puedo, una blusa crop top roja, unas flats cómodas, recojo mi cabello en una coleta alta, me aplico algo de maquillaje y cuando por fin estoy dispuesta a salir, Rayan murmura algo que me congela debajo del umbral de la puerta.—Azura…
—¿Te acabas de dar cuenta que me dices idiota y luego aceptas el hecho de que tu hermana es una asesina serial reprimida, y que soy guapa?Sonríe… joder, Dylan no había sonreído desde que llegó a mi casa con la misma actitud de mierda que Dayana, pero en menos nivel. Parece apenado y me siento más relajada con ello.—No volverá a ocurrir.—Si tú lo dices… esto será épico.—Boba —pone los ojos en blanco.—Bueno, qué te parece si vamos a un antro a bailar o a…—Odio los lugares demasiado concurridos, mejor quedémonos aquí en la playa hasta que amanezca —camina hacia la orilla con la intención de sentarse y lo detengo.
RAYANLa rabia me consume, los minutos pasan lenta y tortuosamente ocasionando que mi enfado suba de nivel, a uno más apocalíptico. El silencio que se ancla mientras Azura y yo estamos en el ascensor, me eriza la piel, pensando en todo lo que estoy a punto de hacerle, porque sí, era necesario recordarle quién manda, quién soy y lo que somos, porque está claro que amigos ya no. La miro de soslayo, se muerde el labio inferior, lo que significa que está nerviosa y sabe que lo que ha hecho sobrepasa las cosas que están mal.Su atuendo me prende, y me enfado con más intensidad al recordar el sentimiento de angustia que me dominó cuando desperté y no la vi a mi lado, recuerdo haber salido furioso por la tarde, al bar del hotel, pedí una botella y estuve desviando las llamadas de Anastasia y Cristali, no me apetece hablar