RAYAN
Mí enfadado con Azura no podía estar más que apocalíptico, mientras intento estabilizar los niveles de rabia en mi sistema, mis ojos se clavan en el hijo de puta que está tocando su pierna, el doctor, que resulta ser un maldito pasante, no deja de bromear con ella en mis narices y por si fuera poco, la idiota le sonríe pasándose un mechón de su cabello por detrás de la oreja con coquetería. Mi mente da vueltas y no dejo de repasar lo que sucedió, un par de idiotas vertieron galones de gasolina en una camioneta, y la echaron andar desde la colina, provocando que se incendiara, y este casi atropellara a mi mejor amiga, por suerte estaba cerca para evitarlo, pero es que ni siquiera me lo agradeció.
Tuve que decir que fue un accidente aunque estaba lejos de serlo, el ataque fue directo, una advertencia, y no iba a permi
Las tres personas que se encuentran en el carro sueltan a reírse y me toca los huevos que hayan hecho eso, es decir, Azura pudo haber muerto y saben que ella es intocable.—Está molesto por lo de su novia —brama en son de burla la pelirroja que me follé en el pasado, la pendeja de la que me creí enamorado en vacaciones de verano hace dos años, una excusa perfecta para bajarme la calentura del momento que sentía por querer penetrar a mi mejor amiga.—¿Celosa? —enarco una ceja con incredulidad y ella tuerce la boca.—¿De esa? Jamás, es tan poca cosa, no me llega ni a las talones, te conformas con poco, pantera —suelta su veneno pero no me toca, era una víbora.—Pues parece lo contrario, han roto el trato, intentaron…
AZURANo puedo dejar de morderme las uñas, necesito saber cómo está Rayan, y los doctores no nos dicen nada, ya hace más de cinco horas que ingresó al hospital, Eithan y yo acordamos en no decirles nada a los padres de Rayan hasta saber qué es lo que sucede, además es una decisión que incluso el mismo Rayito tomaría. Estábamos en la sala de espera, Marisol, Eithan, la zorra de Daria y yo.No puedo quitar de mi cabeza las crueles imágenes en las que Rayan caía encima de mí, manchándome de sangre, de hecho aún estaba en pijama; pantalones rojos de lana, una blusa blanca de tirantes con su sangre, y mi cabello enmarañado en un perfecto y desaliñado moño por arriba de la cabeza. Recuerdo que lo primero que hice fue llamar a la policía, luego una ambulancia y después a Eithan, quien tardó menos de lo esperado en llegar, su ros
Eithan levanta la mirada y sus ojos se iluminan, suelta un suspiro cargado de preocupación y sin mi permiso se pone de pie y me abraza.-Estás bien, mierda...-¿De qué hablas? Solo he tardado dos horas -me apartó de él, su tacto me enfurece.-Sí, es que solo... Olvídalo ¿quieres? Estaba preocupado por ti.-¿Por qué? No tienes que hacerlo, no es como que me iba a pasar algo de camino al hospital -paso de largo y me siento-. Aunque bueno, unos idiotas casi me atropellan. ¿Puedes creerlo?El cuerpo de Eithan se tensa.-¿Qué quieres decir con eso?-Que un Rubio pendejo y una pelirroja que gri
Ambos se miran en complicidad y si silencio hace que comience a pensar en cosas peores.-Él está bien, despertó hace dos días, va mejorando y el doctor Serrano dice que en cuatro días podrá regresar a casa, pero tendrá que mantenerse en reposo y no podrá hacer grandes esfuerzos por un mes -me explica haciéndome sentir un poco mejor.-¿No piensas decirle? -Marisol se cruza de brazos y mira con altanería a Eithan.-¿Qué? Hablen.Los nervios rompen mi estabilidad emocional, con todo lo ocurrido comprendí dos cosas que siempre tuve presente pero que jamás les había dado tanto valor, y es que desde ahora, no iba a dejar que nada me arruinara, ya no quería mentir y mucho menos ocultar mis sentimientos por Rayan, casi lo pierdo, así que me había
AZURA—No estoy segura de querer que lo metas —susurro indecisa, mordiéndome el labio inferior.—Vamos Azu, tú misma quisiste esto, ahora no te eches para atrás —me dice Sam mirándome fijo a los ojos.—Pero ¿me va a doler? ¿Cómo es que tu…? —mi voz tiende de un hilo.—¿Acaso tienes miedo de lo que te vaya a decir o hacer Rayan cuando se entere? —enarca una ceja con incredulidad.Escuchar el nombre de mi mejor amigo hace que las imágenes de la pelirroja con él, acribillen mi mente, por lo que muerdo mi labio inferior y asiento con la mirada.—Bien, hazlo, pero se delicado, es mi primera vez y…
Mis ojos se desvían hacia el reloj que está colgado minuciosamente en una de las paredes de su habitación, dando las 8:00 pm.—¿Tanto tiempo he estado aquí? —Abro los ojos como platos—. Tengo que ir a casa, y pronto, no quiero que se moleste…Detengo mi vómito verbal al darme cuenta de lo absurdas que suenan esas palabras deslizándose de mis labios.Maldito Rayan—Por lo que veo Volthmon te tiene muy bien adiestrada —Sam se ríe y yo me avergüenzo.—No soy una mascota —refunfuño.—¿Y él lo sabe? —Me pregunta con descaro, pero al ver que permanezco reacia, suelta un suspiro lleno de exasperación—. Eres irritante ¿lo sabías?
RAYANSiento que con cada kilómetro que avanzamos, dejo una parte de mi jodido corazón atrás, no olvido la mirada que me lanzó Azu cuando me declaró su amor, yo también la amo, la deseo, y solo quiero seguir manteniéndola dentro de esa burbuja rosa en la que me he esforzado todos estos años por meterla, sé que cometí un error, y eso es haberla hecho dependiente de mí, pero solo porque nunca pensé que llegaría un día en el que tendríamos que separarnos.Eso es lo que más me preocupa, la conozco y seguramente en estos momentos debe estar odiándome, después de leer el jodido mensaje que me envió, siento el sabor amargo de la derrota y de la desesperación en mi boca, lo borré inmediatamente del móvil, porque sé que no es cierto, ella nunca me va a olvidar, jamás me va a dejar de querer, soy su todo, su mundo, su héroe y su vi
—Eres un estúpido, maldito crío de mierda —le doy otro golpe.—Rayan, tienes que perdonarme, no creí que fuera cierto, pensé que me tomarían de broma —chilla y lefulminola mirada.—Tú debes ser Rayan, su primo ¿cierto? —me dice aquel hombre mientras somos rodeados por varios hombres armados.—¿Qué hizo?—Apostó y perdió, ahora quiero lo que es mío por derecho —saca el móvil de mi primo y me lo da, la pantalla está encendida y aparece una foto deAzura, una en ropa interior.Siento que la adrenalina recorre mi torrente sanguíneo, la foto debió enviársela ella esta misma noche, a mí nunca m