Nadie dice nada. Todos estamos en silencio. Nadie de la familia se esperaba esto. Sabíamos que algún día tendríamos que hablar de la herencia. Pero nadie se esperaba que fuera tan pronto. Sé que la abuela ha presentado problemas de salud recientemente pero no creía que fuera nada grave. Mi abuela es fuerte, se ve fuerte. Ahora estoy preocupada, muy preocupada por ella.
¿Mi abuelita estará muriendo y yo no lo sé?¿Le pasará algo malo?
No,no,no mi abuelita es muy fuerte. Ella aún no me puede dejar sola, aún no. Ella no. Ella es la única persona en el mundo que me ama de verdad. Que me escucha. Ni tan siquiera mis padres me escuchan cómo ella. Papá siempre está trabajando y mi madre...bueno, es mi madre. Ella no hace más que estar con sus amigas, haciendo yoga, probando alguna dieta de moda,saliendo de compras. Cada vez que hablamos es para decirme que estoy gorda y para ponerme un régimen.
Estoy nerviosa, triste. Mis ojos tienen unas pocas lágrimas. Gusmán se da cuenta. Él toma mi mano por debajo de la mesa. Miro sus ojos. Él me sonríe levemente y besa mi mano. Yo le sonrío un poco y agarro su mano con mayor fuerza.
Todos los miembros de la familia están en silencio mirando a mi abuelita. Ella saca unos papeles de un portafolio. Se aclara la garganta. Lee un papel. Habla de la herencia. Cada uno de los miembros de la familia incluyendonos a nosotros, los nietos, recibirá una parte conciderable del dinero y propiedades de los de la Rosa. Es... bastante, suficiente para mantener dos generaciones mías. Incluiso Gusmán está impactado. Él sabía que tenía dinero, pero ahora que escuchó cuánto él está realmente impactado.
No olvidemos nuestras acciones en otras empresas nacionales e internacionales. Son varias. Esa era una forma inteligente de mi abuelito invertir su fortuna. Él compraba acciones de empresas que él sabía que serían un éxito rotundo antes de que el precio de esas acciones se dispararan en la bolsa. Bueno, muy inteligente. Ahora valen mucho. Sin contar el dinero que brindan esas acciones a la familia anualmente. Por último está nuestro negocio de vinos el cual fue entregado a mi padre pues ha sido el único miembro de la familia que dió el paso al frente y se hizo cargo del negocio familiar con maestría, mientras sus otros hijos hicieron su vida prácticamente fuera de España, de Barcelona. Igual, anualmente él debe entregarle a cada miembro una suma de dinero por las acciones que cada uno tendrá de la empresa. Pero él será el accionista mayor obvio.
También habla de una suma considerable para sus obras benéficas.
Ella termina de leer su testamento. Mira a todos en silencio por detrás de sus espejuelos. Se vuelve a aclarar la garganta.
—Ahora, la parte de que todos han estado esperando¿Cuáles son los requisitos para que puedan disfrutar de mi dinero luego de mi muerte?
Nadie dice nada. Todos la miran en silencio. Ella vuelve a desviar sus ojos al papel.
Uno: Mis hijos deben estar bien casados y cada uno de ellos debe tener al menos una descendencia.
Dos: Mis nietos deben terminar sus estudios con notas satisfactorias.
Tres: Cada miembro de esta familia debe ser un ejemplo para la sociedad y para el ojo público, por tanto. Se acabaron los escándalos, los excesos y vivir la vida sin control alguno.
Cuatro: La sangre de esta familia es pura, es de alcurnia y quiero que así se mantenga. Por tanto, nuestra raza caucásica pura se debe mantener, al igual que nuestra posición social. Sólo podrán contraer matrimonio con personas de su misma posición económica o...similar.
Cinco: Si alguna de las siguientes cláusulas son violadas el miembro de la familia queda automáticamente fuera del testamento. Por tanto, no recibirá ningún beneficio luego de mi muerte. En caso de que muera de manera repentina, mi abogado ya recibió todas las instrucciones pertinentes para que se mantengan mis requisitos luego de seis meses de mi muerte.
Ella mira a todos los miembros en silencio. Se quita sus gafas y deja el papel sobre la mesa. Alza una ceja blanca por sus canas.
—¿Alguna duda?
Nadie dice nada. Todos se miran entre ellos en silencio. Mi padre mira a mi abuelita en silencio muy serio.
—Bueno...con respecto al matrimonio.
Escucho a mi tía Josephine. Mi abuela la mira en silencio seria. Ella toma un trago de su vino en su copa, se aclara la garganta y mira a mi abuela.
—Ya estuve casada mamá y...tengo una descendencia.
Mi abuela ríe por lo bajo y la mira a los ojos.
-—Pues tendrás que volver a casarte Josephine, aún eres jóven y hermosa gracias a todos tus...retoques en el cirujano, así que saca provecho a todas tus operaciones de belleza en cazar un marido rico y exitoso. No cómo el imbécil jugador de tenis fracasado padre de Jonathan.
—¡Hum! Ya salió el tema de mi padre.
Escucho a mi primo Jonathan.
—¡Tú igual Jonathan!
Ahora mira a mi primo, él se sobresalta y sólo mira la mesa frente a él con el ceño fruncido.
—¡Ni te atrevas a hablar porque tú tampoco estás en mi lista de personas favoritas! Aún no olvido que chocaste mi Ford GT 40 Gulf 1968.
Escucho reír a mi prima Claudia. Ella toma un trago de su vino divertida.
—Me gustaba ese coche. Lástima que el muy imbécil de mi primito lo chocó escapando de la policía por estar en carreras ilegales.
Jonathan la mira molesto y le saca la lengua al igual que le muestra su dedo corazón. Ella hace lo mismo riendo de medio lado.
—¡Te jodes Claudia!
—¡Te jodes tú Jonathan!
—¡Basta!
Vuelvo a escuchar a mi abuelita luego de dar un golpe seco sobre la mesa. Suspira.
-—A esto es a lo que me refiero. Somos familia, pero al mismo tiempo somos sólo unos completos extraños. Ni tan siquiera nos reunimos por navidades. Ya no hacemos nada juntos. Cómo antes, cómo cuándo éramos más jóvenes.
Escucho a mi padre reír por lo bajo. Mi abuela voltea a mirarlo molesta. Mi padre está riendo mirando el suelo. Luego alza sus ojos hasta los de mi abuela. Sus manos están entrelazadas sobre el posabrazos de su silla de madera preciosa importada.
—Mamá...sabes que esta familia es...un desastre. A mis hermanos les cuesta madurar...les cuesta entender sus responsabilidades y deberes cómo unos de la Rosa que es lo que son. Y no hablemos de tus nietos. Por suerte mi hija es la excepción.
Ahora mi madre es la que ríe. Mira a mi padre, él igual la mira pero molesto.
—Mario... No te hagas el miembro de esta familia ejemplar, cuándo tú eres el primero que no pasa ni un instante en esta maldita casa porque te la pasas de reuniones en reuniones o de viaje y nos dejas solas a tu madre, a tu hija y...a mí.
Él sonríe dejando ver su dentadura. Muerde su labio inferior.
—Bueno Lara, eso no te molestaba cuando nos conocimos. Cuando te saqué de ese mundo de m****a en el que por poco eres drogadicta por ser una modelo frustrada sin más aspiraciones en la vida que sólo ser una cara bonita.
Mi madre tiene lágrimas en sus ojos. Da un golpe en la mesa y tira su servilleta. Se levanta de su silla y mira a todos los presentes. Veo lágrimas correr por sus mejillas. Traga en seco mirando hacia el frente.
—Bueno familia. Sigan ustedes con su tan espléndida velada yo...no tengo hambre.
Mi padre vuelve a reír. Mira los ojos de mi madre con lágrimas en los de ella.
—Nunca tienes hambre Lara. Algún día vas a desaparecer.
Ella lo mira molesta y se pierde del comedor hasta las habitaciones del segundo piso. Nadie dice nada. Odio cuando mi padre trata mal a mi mamá. No sé porqué se casaron cuando es evidente que...que no se aman. Bajo mi mirada. Gusmán toma mi mano y me mira triste igual, yo sonrío un poco. Él besa el dorso de mi mano.
Gracias a Dios y tengo a Gusmán junto mí. Lo amo, con todo, todo mi corazón. Mi padre se aclara la garganta. Mira a mi abuelita una vez más.
—Cómo decía mamá. Por mi parte no tengo ningún problema con tu testamento, estoy completamente de acuerdo contigo. Ya va siendo hora que los miembros de esta familia aprecien su apellido y no lo tiren por tierra cómo han estado haciendolo todos estos años.
Claudia vuelve a reír. Mira a mi padre.
—Tío... tú siempre tan...correcto. El hombre perfecto, intachable. El miembro ejemplar, bueno, tú y Luna claro.
Ella me mira en silencio sonriendo de medio lado. Yo no digo nada, sólo la miro en silencio.
Mi padre suspira.
—Claudia¿Qué quieres? Mientras algunos se la pasan viajando o... emborrachándose para buscar inspiración sin olvidar claro a otros que se la pasan detrás de especies asquerosas que al final desaparecerán por el calentamiento global alguien debe estar aquí, cuidando nuestros intereses¿No?
Claudia lo mira en silencio. Toma sólo un trago de su copa. Escucho reír a mi tío Duarte.
—A...Mario. Tú siempre igual, siempre reprochandonos porque Josephine y yo hicimos lo que tú no tuviste el valor de hacer.
Mi padre está muy molesto. Mira a mi tío Duarte en silencio. Mi tío ríe.
—Si Mario no me mires así. Yo y Josephine tuvimos el valor de salir debajo de las faldas de mami y buscar nuestro camino, de...luchar por...lo que queríamos de verdad.
Josephine ríe.
—Salud por eso Duarte.
Veo que mi tía alza su copa en dirección a mi tío y se da un trago. Mi padre da un golpe en la mesa y se levanta abruptamente de ella. Mi vino cae en mi vestido blanco debido a esto. Mancha la falda de mi vestido.
¡Mierda!
Mi padre tiene una revista de chismes en las manos. Jamás la había visto antes. Debe ser de otro país. Se acerca a la silla de mi tío Duarte y tira la revista abierta en una página sobre el plato de mi tío.
—¿Lo dices por ella?¿No? Dime Duarte ¿Qué significa todo esto? Explícame Duarte.
Mi tío sólo bebe de su vino en silencio sin mirar a mi padre. Él está muy molesto. Jamás lo ví así, jamás en mi vida lo ví en ese estado. Siento mis piernas mojadas. Así que me levanto de la mesa y salgo por el pasillo. Subo a mi habitación y me cambio de ropa. Estoy indecisa, busco varios vestidos,pero ninguno me convence. Al final, me pongo un vestido más corto blanco igual de tirantes y suelto. Me vuelvo a acomodar mi maquillaje. Escucho unas voces que provienen de la planta baja. Por lo visto, ya mi familia comenzó una vez más a discutir. Salgo hacia el comedor. Veo en la parte de afuera de la casa un Lamborghini blanco. Igual al de Vincent. Camino por el pasillo para llegar al comedor.
Siento tensión en el ambiente. Mi padre está una vez más sentado en su puesto en la mesa pero mira fijamente hacia una dirección. Yo miro hacia dónde está mirando mi padre.
No respiro bien. Mi cuerpo está dormido. No siento mis piernas. Mis manos sudan. Mi cabeza me da vueltas.
Él está sentado en la mesa junto a su madre Freida Calla, la cual es muy hermosa por cierto. Ella está al lado de mi tío Duarte y... él está sentado entre mi abuela y mi tío. Mi abuela acaricia su mano y la otra está en su rostro. Él le sonríe y besa el dorso de su mano.
No ,no ,no entiendo nada¿Qué carajos está pasando aquí?¿Qué hace él aquí?
Él repara en mi presencia. Me mira en silencio sonriendo de medio lado. Yo no puedo apartar mis ojos de los suyos. Tiemblo. Todo mi cuerpo tiembla.
Gusmán a mi lado está sonriendo igual. Todos estamos en silencio. Miro a todos los presentes. Nadie dice nada. Sólo miran en silencio la escena.
Aclaro mi garganta.
—¿Qué?¿Qué está pasando?
Mi padre, mi abuelita, todos me miran. Incluiso Freida.
Mi abuela sonríe mirando mis ojos.
—¡A Vincent!Faltaba un miembro de la familia por ser presentada. Ella es Luna, mi nieta más chiquita. La estrella de la familia. Mi niña hermosa. La única que no me da dolores de cabeza.
Él sonríe dejando ver su perfecta dentadura mirando mis ojos. Se levanta de su silla y viene a mi encuentro. Se arrodilla frente a mí y toma mi mano derecha. Deposita un casto beso en ella y me mira sin perder su sonrisa.
—Mucho gusto...prima.
¿Qué?
Abro mis ojos cómo platos. Mi boca cae al piso. Respiro con dificultad. Miro a mi abuelita con mis ojos cristalinos. Él aún sostiene mi mano sonriendo. Mi abuela me sonríe.
—Si Luna. Él es hijo de tu tío Duarte y... Freida Calla.
Salgo corriendo del comedor dejando a todos los presentes confundidos, llego al baño de mi habitación y dejo salir toda la cena en el inodoro. Siento mis lágrimas correr por mis mejillas. Estoy en el suelo de mi baño. Mis rodillas pegadas a mi pecho. Lloro así, en silencio con mi mirada perdida.
¿Qué hice mi Dios?¿Qué hice? ¿Qué cojones hice en Ibiza?
A sí, ya recordé. Cometí el único error de mi vida. Cometí el peor error de mi vida.
Y él... es el resultado. Él es...mi castigo.
Estoy nerviosa. No sé que estoy haciendo. No sé si estoy haciendo lo correcto.No lo sé. La verdad. No lo sé.Duarte me envió un mensaje. Ya llegó.Está esperando por mí. Ya todos están en la cena.Me miro por última vez en el espejo. Miro mi cuerpo de una mujer de treinta y siete años de edad completamente formado. El ejercicio siempre me ha ayudado a despejar mi mente. Al igual que la meditación. Soy alta y de prominentes glúteos. Mis senos son perfectos gracias al cirujano, Vincent era un glotón de bebé. Mi abdomen es plano, gracias al cirujano también. Pero me ha ayudado el ejercicio y mis dietas mediterráneas. Mi cabello castaño un poco más abajo de mi cuello está suelto y lacio. Llevo un vestido negro largo sencillo y tacones dorados que combinan con mis aretes. Toco la puerta de la habitación de Vincent en nuestro nuevo Penthouse cortesía de Duarte.—¡Entra!Lo escucho decir.Entro a la habitación. Está sobre su cama con música
Ya han pasado varias semanas desde la dichosa cena en mi casa. Esa noche mi abuelita subió junto a Gusmán a mi habitación. Estaban muy preocupados. Nunca me habían visto en ese estado antes.Yo les dije que me había puesto así debido a cómo mi papá trató a mamá. Al igual que porque la noticia de mi tío Duarte me tomó desprevenida. Me tomó por sorpresa.Cosa que no es mentira. Sólo que ellos no saben porqué me tomó por sorpresa.Ellos no estaban muy convencidos pero tampoco me atacaron a preguntas.Esa noche me fui con Gusmán para su departamento. Mi abuela me dió permiso. Salí de ahí corriendo. No quería verlo,no podía mirar sus ojos. No podía mirar a los ojos a mi...mi pecado, porque eso es lo que es él.Pecado.Esa noche no pude estar con Gusmán.
Se escucha Indila. Mini World.Ella me ayuda a concentrarme. Amo el francés. Es el idioma del amor. Es el idioma que más me gusta. Luego...el español y por último mi lengua materna. El italiano. Los tres son familia, son idiomas romances. Vincent es muy bueno en los idiomas al igual que yo. Hemos viajado muchos lugares del mundo por mi trabajo. Él tuvo que aprender varios idiomas al igual que yo. Pero él habla bien sólo tres, el español, el inglés y el italiano por supuesto.Estoy terminando un lienzo. Estoy en mi estudio todo blanco iluminado por la luz natural que se filtra desde los ventanales de cristal modernos en el último piso en Antares. Uno de los edificios modernos y más exclusivos de Barcelona con vista al mar Mediterráneo.Tomo Vino de la Rosa. Es... delicioso, exquisito. Es ese tipo de vino que no empalaga, con un toque seco pero...dulce al final. Es el tipo de Vino
Llego a mi casa en tranquilidad. Ya estaba más calmada. Dejo mi auto en la entrada y me dirijo directamente a la piscina antes de que mi abuela me encontrara y me pidiera explicaciones.Alexa, Amara y Blade están en la piscina con una botella de vino y tres copas hablando entre ellos mientras que se escucha Rosalía, Malamente.Cuando Alexa me ve llegar sale de la piscina y viene a mi encuentro.—Amiga...¿Qué horas son estas de llegar Luna?¿Dónde estabas metida?No puede sostenerle la mirada. Ella me conoce demasiado, Alexa se dará cuenta que algo me pasó si la miro a los ojos. Respiro mirando el suelo. Me sonrojo al recordar su...su beso. El beso con mi pecado.—Me...me demoré más de lo normal porque... porque...no encontraba las llaves de mi coche. Al final me di por vencida y rompí la ventana y vine para acá.—Ya...pero tu móvil me daba apagado Luna, tú jamás apagas el móvil. Ni cuando estás follando con Gusmán.No la miro, sólo miro el su
-¿Qué haces aquí Freida? Pensé que estarías en... Australia... conociendo el mundo, viviendo tu vida al máximo, cómo sé que te gusta. Con tu ahora esposo y padre de tu hijo...con, con...mi hermano.Él no mira mis ojos, yo tampoco. Lo escucho en silencio. Sólo bebo mi vino escuchando Oye dime Luna de Rosario por lo bajo. El Club está cerrado. Sólo abre los fines de semana. Pero Lucas, el dueño, es nuestro viejo amigo de la escuela. Somos familia, nosotros podemos venir cuando querramos y seremos atendidos cómo reyes. Prendo un cigarro. Expulso el humo y bebo de mi copa.Él me mira molesto. No le gusta el cigarro,no le gusta que las mujeres fumen, yo menos. Pero soy una mujer mayor de edad y haré lo que yo quiera... cómo siempre. Suspiro mirando hacia el estante con botellas caras detrás de la barra. Puedo ver sus ojos que miran los míos mediante el enorme espejo que ocupa una pared detrás de los estantes de cristal con las botellas.-Lucas me llamó.Él voltea
Anoche no pude volver a dormir con tranquilidad. Desde que mi pecado llegó a mi vida no he vuelto a dormir por miedo de...de soñar con él. Por miedo a...no lo sé¡Mierda! No lo sé.No sé qué siento. No sé quién carajos soy. Ya no me reconozco. Ya no... él me está cambiando. Me está dañando. Me está rompiendo. Cada vez que lo tengo cerca él despierta en mi interior sentimientos desconocidos y oscuros,muy oscuros.Despierta en mí pecado. Pecado y nada más. Incluso cuando no está cerca. Cuando estoy sola en mi habitación y...sueño con sus labios, su cuerpo, su manera de...de follarme.Sueño con las veces que me entregué a él en una playa de Ibiza. Las veces que me corrí con él o...o que él se corrió en...en mis manos y...y mis labios. Las veces que él sintió placer conmigo, conmigo y más ninguna otra mujer, sin él tener que hacer nada, sólo mirarme en silencio a los ojos, o humedecia sus labios agarrando mis cabellos rubios. Sus labios, sus labios que saben tan, pero t
Él mira a Vincent en silencio molesto. Vincent lo mira con diversión sentando aún en su silla. Willi traga en seco.—Así que tú eres el famoso Vincent de la Rosa.—¿Famoso? No sabía que era famoso. Pero igual, gracias por la información. Dime¿En qué te puedo ayudar?—Simple tío. Aléjate de Samantha. Ella no quiere saber de tí. Deja de acosarla.—¿Acosarla?Ahora él ríe divertido. Veo lágrima de diversión en sus ojos. Abre sus ojos. Está serio. Mira a Samantha en otra mesa con sus amigas. Ella lo mira seria, con sus ojos cristalinos. Le sostiene por un instante la mirada y le da la espalda. Él suspira.—Mira... Willi, es tu novia la que me busca. Si quieres te muestro sus mensajes. Al parecer, yo le tengo que dar lo que no...recibe de tí.Wow. Mierda.Toda la escuela está en silencio viendo la escena. Willi es respetado en la escuela. Pertenece al equipo de fútbol y es un tipo bien rubo. Él y sus amigos.Willi ríe mirando su
La encontré en el baño. Llorando. Llorando mucho con el puto llavero en forma de peluche en sus manos.Entro en silencio. Ella mira mis ojos mediante el espejo con los suyos llenos de lágrimas. Ella voltea y...me abraza con todas,todas sus fuerzas. Yo sólo estoy en silencio con mis ojos cerrados. Me separo un poco y tomo su hermoso rostro con mis manos. Miro sus ojos.Lo odio. Lo desprecio. Me da asco.Ahora más que nunca lo odio. Él pagará por cada lágrima de Alexa. Lo juro. Él lo pagará. No sé cómo. Él debe tener un punto débil. Todos los tenemos. Él no es la excepción.—No...no sé¿Por qué hizo eso Luna? Él, él estaba bien conmigo. No hacía más que decirme lo increíble que era. Me dijo que le gustaba mucho. Que le gustaba desde el primer día de clases pero no me había hablado por respeto a Jonathan. Pero que no pudo aguantar las ganas que tenía de conocerme y habló con Jonathan sobre...sobre mí. Que le había gustado mi beso en tu casa. Que le gustaba mucho,