Rubén solo quería descansar y disfrutar de todo lo que había logrado, sabía que parecía inútil y tenía razón, su esposa jamás le dejaría ser feliz mientras él fuera el recuerdo de su decepción de amor.

Irma lo quería, pero quizás su manera de amar no era lo que nadie esperaba, era una mujer posesiva que solo deseaba tener la posibilidad de tenerlo a su lado, parecía una locura pero era la única verdad que ella reconocía como propia.

—¿Cuando vas a entender que ella no te ama?— la intensidad de sus palabras era agobiante para un hombre que cargaba un Cruz.

El estaba dispuesto a renunciar a ella, pero en el fondo de su pecho no quería hacerlo, quería dar la pelea y Estar al lado de Irma solo le confirmaba que su vida no era feliz.

— Un divorcio no sería la mejor opción en este momento — le informo su abogado, que solo deseaba cuidar los intereses de su cliente que era claro se había olvidado de su propio amor.

Rubén solo quería cumplir la voluntad de su padre pero jamás pensó que hacerl