"Vamos a llegar tarde", dijo, alejándose. "¿Tarde a dónde?". Sin embargo, se limitó a sonreírme disimuladamente. "Ya lo verás". Y lo vi. Porque unos minutos después, llegamos frente a un edificio de aspecto familiar y recordé las palabras que Kieran me había dicho el primer día que estuve aquí.
"¿Qué...? ¿Qué acabas de decir...?". Levanté la vista hacia él al instante, sin saber si lo había escuchado bien. Porque no acaba de decir lo que yo creía que había dicho... ¿cierto? "Estoy enamorado de ti, Rae", repitió. No... definitivamente lo acaba de decir. Mi corazón latió con fuerza en m
"Pero aun así hice todas esas cosas", argumenté. "Yo... quería hacerlo". "No, Rae, no lo hiciste. Solo querías complacer a un hombre que solo te ve como un arma". Sin embargo, solo me mordí la lengua, tratando de aclarar el desorden dentro de mi cabeza. Ni siquiera sabía lo que quería. ¿En qué mom
¿Era realmente merecedora de alguien como Kieran? ¿Era posible cambiar? ¿O me encontraría volviendo a los viejos hábitos un día, incapaz de distinguir entre el bien y el mal en un momento de descuido? Sin embargo, su completa aceptación de mi pasado me demostró una cosa. Que él era una persona ge
Sin embargo, Allison tenía muchas ganas de entrar, insistiendo en que todo esto era una sorpresa para Kieran. Y... no sé. Tal vez fue porque no tenía el corazón para decepcionar a otro hermano Lycroft hoy, pero... decidí seguirle la corriente. "Kieran está ocupado esta mañana y me pidió que recuper
"Mi nombre es Rheyna...", dije. "Rheyna Knight". Qué extraño es decirlo después de todo este tiempo. No era algo con lo que me sintiera tan conectada ni tuviera algún recuerdo especial. Simplemente, era lo único que recordaba cuando en el orfanato me habían preguntado quién era. Solo mi nombre y na
"Para, Allison, por favor". Pero cuando mi espalda chocó con un estante, supe que era demasiado tarde. Ella se acercó a mí lentamente, con una clara intención y se movió para lanzar un golpe. Un intento descuidado si alguna vez vi uno, pero hice lo mejor que pude para esquivarlo, usando el libro q
"Suéltame...", forcejeé. Pero, por supuesto, eso no funcionaría. "Te quedarás aquí hasta que llegue el Alfa", dijo, sacando algo de su bolsillo. Pude ver las brillantes esposas de plata cuando salieron, colgando con una amenaza ante mis ojos. No podía dejar que me las pusiera. Pasará lo que pasa