Él había cumplido dieciocho años y el evento que se celebraba esa noche no se consideraba un asunto cualquiera. Esa noche, él se transformaría por primera vez y aprendería a ser uno con su lobo. Los dieciocho años del heredero Alfa se consideraban el mayor acontecimiento de toda la generación y llev
Se acercó a mí cuando todo el mundo empezó a dispersarse y yo me incliné dramáticamente en broma con una sonrisa en mi rostro cuando se acercó. "Feliz cumpleaños, heredero Alfa. Que la Diosa te sonría". Su labio se tensó ligeramente para formar una sonrisa, y entrecerró los ojos ante la escena que
Lo miré con incredulidad. Jamás pensé que volvería a verlo, y sin embargo ahí estaba. "...¿Cai?", fue todo lo que pude decir. Entonces un torrente de emociones me golpeó y me abrumó de repente. ... Pero hubo una que acabó predominando sobre cualquier otra. Me moví tan rápido que casi no me di c
"... Pensé que me odiabas". No pude ocultar el dolor en mi propia voz mientras hablaba y me maldije por dejar que lo escuchara. "Me hiciste pensar que ni siquiera me considerabas tu amiga cuando te fuiste. Pasé años culpándome de que te fueras de la manera que lo hiciste". Apartó su mirada de mí. P
"Ah, por cierto...", continué. "No sé si te enteraste, pero me nombraron heredera Beta ahora... bueno, estoy a prueba. Tendré que hacer una evaluación final cuando cumpla los dieciocho años". "Ah... sí", dijo. "Escuché las historias alusivas a la heredera Beta de la Neblina Invernal en la manada de
"... ¿Qué?".Bajé las manos al instante y me aparté de sus brazos moviéndome hacia atrás. "¿Sentimientos por mí? ¿Como una amistad? Porque siempre habíamos sido amigos en mi mente, Cai. Fuiste tú quien lo negó, ¿recuerdas?".Mi pecho latía tan fuerte que sentí que estaba a punto de desmayarme. Se
'... Hiciste lo correcto', escuché que susurraba en mi interior la antigua yo. 'De cualquier manera, esto es lo mejor para nosotras'. "¡Ya lo sé!", dije con rabia para mis adentros. "Mierda... dame un respiro, perra cínica". "¿Estás bien?", dijo entonces una voz detrás de mí que me hizo saltar de
"Ahh... Estoy segura de que se alegraría de ver que te va bien si te ayudó a salvar tu vida, ¿verdad?". Intentaba pensar en cosas para hacerla sentir mejor, pero sinceramente no sabía qué decir. Ella sonrió un poco más. "Sí, supongo que sí". "Por cierto, soy Aria Chrysalis", dije y le tendí la ma