~POV NARRADOR~ Había sido paciente y había esperado en las sombras para que fuera el momento correcto para actuar, en ese tiempo oculta, invirtió toda su energía en planear cuidadosamente lo que haría a partir desde ese momento, pues ya no tenía que perder, pero, aun si la atrapaban, ella no se dejaría sin pelear o dejar su marca. Empujada por la ira hacia aquellas personas que le habían arrebatado todo, por un deseo de vengarse de aquellos que se habían regodeado de sus miserias y por el deseo de darle una lección a la hija que la había traicionado. Helena, finalmente, se sentía lista para actuar. A diferencia de cuando su esposo estaba vivo, de cuando tenía poder, le costo un poco más juntar toda la información que necesitaba. Se podía notar a leguas que Helena no se encontraba en su cabales, su cuerpo temblaba y sus ojos estaban dilatados; en todo ese tiempo como fugitiva había tenido que recurrir sustancias estimulantes para poder mantenerse en pie. Lo que la hacía aún más pe
~POV NARRADOR~ Con tantos acontecimientos en los últimos meses, Nicolás sentía que un nacimiento era uno de los mejores sucesos que podía haber después de tanto dolor. Estaba algo nervioso, aunque le relajaba saber que Irene estaba al lado de Marie, y su único trabajo junto a Lucas era esperar. Cuando de pronto su teléfono comenzó a sonar alertando también al pelirrojo. En la pantalla de su celular brillaba el nombre de Enzo, sin esperar que esa llamara desestabilizaría todo, rápidamente descolgó. El tiempo pareció detenerse, cuando Nicolás Páez, atendió la llamada de su cuñado mientras estaba sentado en el pasillo a la espera de que la cesárea terminara. Todo rastro de alegría abandono su rostro, sintiendo cómo sus piernas temblaban, haciendo imposible que pudiera levantarse. Lucas, frente a él, no necesito mucho para entender que algo había ocurrido. “─Nicolás, no logro comunicarme con tu padre, no se como paso, pero alguien se ha llevado a Samantha. Ya avise a la policía, se
~POV IRENE~El proceso de la cesárea fue rápido, incluso más de lo que esperaba, en ningún momento solté la mano de Marie que permanecía agarrándome con fuerza. Mi amiga me miraba con los ojos llenos de lágrimas, a pesar de no sentir dolor, constantemente me decía que podía sentir y que todo era muy extraño. En un abrir y cerrar de ojos, el llanto de un recién nacido lleno la sala, pronto una enfermera se acercó a la nueva madre y le coloco al bebe sobre el pecho, ese fue el momento en el que mi amiga soltó mi mano. Sin poder evitarlo, ambas soltamos un jadeo lloroso. Era tan pequeño y delicado, era una visión hermosa que calentó mi pecho, haciendo que sintiera una oleada de ternura recorriendo mi alma, orgullosa de mi mejor amiga que había creado vida dentro de ella. Tan hermosa y perfecta como lo era el bebe en su pecho que lloraba. ── Es un sano varón de 3, 2 kg y 51 cm, felicidades, señora Silva. ── Dijo la enfermera mientras el doctor revisaba que todo estuviera en orden con M
~POV NARRADOR~La tensión se sentía en el ambiente, aunque eso no era algo raro en la estación de policías; sin embargo, era la primera vez para Thalia Hernández, que sentía esa tensión mucho más profunda y más punzante. Y, es que no era para menos, había sentimientos cruzados en cada uno de los actuales habitantes de su oficina, empezando quizás por quien más llamaba su atención, esa era Candela Ramírez. Desde la primera vez que había cruzado miradas con la morena, se había sentido profundamente atraída por ella; pero, por el bien del caso, por su propia ética laboral y no podía hacer ningún movimiento, sin embargo, esto no había evitado que la castaña detective; tuviera ciertos gestos con la mujer frente a ella; a pesar de que esta, quizás ya tuviera a alguien en su corazón. Aunque en esos momentos no era la situación para pensar en eso, era algo que no podía evitar, más al no poder despegar la mirada de ella,quien ahora permanecía arrodillada a un lado del padre de la mujer, que
~POV NARRADOR~Helena caminaba de un lado a otro en el pasillo, cercana a la habitación donde tenía cautiva, a quien hasta hace poco pensaba era Irene, la cual estaba en completo silencio. Se sentía completamente abrumada, las cosas no estaban saliendo como ella había planeado. ── Maldición. ── Mascullo con un infinito odio cargando su voz. Mirando la puerta, simplemente, volvió a dirigirse donde estaba Samantha Páez; entrando de un golpe a la habitación, encontrándose con la chica apoyada en el mismo sitio donde la había dejado con los ojos cerrados. Extrañamente, muy tranquila, para la situación en la que estaba y eso, sinceramente le ponía los pelos de punta, además que irritarla aún más de lo que estaba. Y, es que incluso a pesar de ella haber entrado, Samantha permanecía tranquila sin importar el ruido que ella hiciera. ── ¿Te crees muy valiente por no reaccionar? ── Pregunto con voz estridente Helena. Lo que no sabía es que Samantha estaba intentando no moverse para que no
~POV NARRADOR~Thalia no podía creer lo que estaba pasando, al igual que Roberto, a unos metros de ella, pues apenas salió Enzo para hablar con Irene; los teléfonos de ambos y el de Nicolás, quien había salido al baño, sonaron al mismo tiempo, inmediatamente tanto ella como Roberto Páez, abrieron el mensaje recién llegado. Una mirada basto para que confirmaran, que habían recibido el mismo mensaje; en ese segundo Thalia tomo la decisión de no perder tiempo, aunque podía ser una trampa, no parecía ser, así pues, un nuevo mensaje llego a su teléfono.[DESCONOCIDO: Llama si quieres confirmar mi identidad, por favor dense prisa, no se cuanto tiempo me quede antes de que de conmigo.]Un segundo después, Thalia, comenzó a llamar a su equipo para que se movilizaran. No sabían si Helena estaba armada, pero, lo mejor era actuar rápido, llamaría cuando estuvieran cerca de la ubicación. Cuando Enzo ingreso en la oficina junto a Nicolás, Thalia estaba terminando unas llamadas para poder movili
~POV NARRADOR~ No le tomo mucho tiempo a Thalia llegar desde la estación de policías al hotel abandonado que se presumía, era la ubicación actual donde Helena Ramírez mantenía cautiva a Samantha Páez; debido a la naturaleza del caso, pese y todo a sus superiores, Thalia había decidido solo actuar con su escuadrón, para evitar que aquello llegara a mayores. Cuando bajo de su camioneta ya todo su equipo se encontraba en la escena, su mano derecha al verla le informo que se escuchaban ruidos de destrozos dentro del edificio, pero hasta el momento ningún grito. También le comento que era conveniente que aquel hotel, a pesar de estar en el centro de la ciudad fuera pequeño, contacto tan solo con 6 seis pisos de habitación sin contar, el lobby, el restaurante y el bar del último piso, donde se encontraba también la suite. Con esa información, Thalia, repaso los mensajes que Samantha había enviado, por lo que decía posiblemente se encontraba escondida en la suite. Momento en el que llego
~POV NARRADOR~Cuando el mensaje por parte de la detective Hernández llego al teléfono de cada uno de los Páez, estaban todos reunidos en la habitación de Marie, conociendo a Víctor, quien se encontraba en los brazos de su orgulloso padre. La primera en ver el mensaje fue Irene, quien al leer y comprender el mensaje, sin decir nada a nadie, salió corriendo como si su vida dependiera de eso. Dejando a más de uno asustado, aunque fue poco el tiempo que duro ese efecto, ya que casi todos; obviando a Marie; entendieron su reacción segundos después. El siguiente en comenzar la carrera fue Nicolás, dejando a su padre con una explicación pendiente para la reciente madre, la cual cansada de las reacciones de sus dos amigos y hermanos de la vida, amenazaba con levantarse e ir a averiguar de que se trataban aquellas reacciones. Fue entonces que con el mayor tacto que pudo; tomando en cuenta la situación en la que ella y el mismo estaba; Roberto explico a Marie todo lo sucedido. Sabiendo cuán