Habían pasado unas cuantas semanas desde lo sucedido. Nos mudamos a una nueva casa e hicimos algunos ajustes en nuestras vidas. En el pueblo seguían comentando sobre lo sucedido con Luciana, incluso, cuando paseábamos juntos por las calles o asistíamos a algún evento del gremio cafetalero, se nos quedaban mirando y comentaban a nuestras espaldas, pero ya no les hacíamos caso a las habladurías. Con el tiempo lo olvidarían.
Sin embargo, estaban reacios a olvidar que un día fui padre y que ahora era un hombre casado. Incluso, cuando fuimos a hablar con el director de la escuela, este, nos cuestionó.
―¿Estás seguro? ―mi morena me preguntaba, confirmando si aún quería vivir en el pueblo―, podemos irnos de aquí si es lo que quieres, educar a Emilio lejos de este lugar, al menos por los primeros años. De todas formas, si él quiere ir a la universidad, tendrem
Entre corriendo a la sala del hospital, habían pasado 5 años desde la última que estuvimos aquí, esta vez era por algo diferente, algo hermosamente diferente, pregunte a la enfermera por la sala de maternidad, ella dijo que estaba en el tercer piso y seguido por mi hermano, Javier y tío Arminio, subimos casi corriendo.Allí en una de las puertas estaba de pie mi hermana, y en los asientos de afuera mi hijo, junto a Isabel, ellos sonrían y yo entré directo a la habitación, Idara había comenzado con contracciones, nuestros bebés nacerían y aunque sabía de sus dolores, apenas me vio sonrió.Me acerqué a ella, mientras una enfermera monitoreaba sus signos, bese su frente, sin importarme su sudor o sus quejas, le susurre al oído cuanto la amaba, agradecí su fortaleza y en silencio eleve un rezo.Dos horas después y 7 centímetros de dila
Kira AndradeTermino de llenar un par de informes, estoy en la oficina, sé que en cualquier momento las chicas interrumpen aquí y nos vamos al centro, hoy es un día especial y sospecho que Max lo quiere hacer aún más especial.Hoy se cumplen cinco años desde que nos hicimos oficialmente pareja, tomo mi móvil y comienzo a ver nuestras fotos, estos años han sido tan exquisitos, llenos de viajes, llenos de momentos fantásticos compartidos por los dos junto a nuestra hija, junto a nuestra Marie que cada día está más grande, es tan parecida a su padre, incluso sus gestos son idénticos a los de mi italiano.Dejo salir un suspiro y recuerdo la sensación de hace un par de días y justo en ese momento siento que la puerta se abre, es Aimé quien trae una enorme sonrisa, me sorprende su vitalidad, me gusta el vestido que trae hoy, es corto y de seda, un color rosa
Salvatore D’AngeloDespierto con el cuerpo de mi ángel desnudo y apegado al mío, beso su frente y ella enseguida busca mis labios, han pasado cinco años desde que nos dimos el sí, hemos hecho nuestra familia, luego del nacimiento de Angelic vino el de Mía, ella llegó para darme una lección, jamás sufrí un embarazo como el de mi poroto, fue complicado, doloroso para Aimé y muy difícil de llevar, aunque ahora nos da los momentos más divertidos, su nacimiento me hizo un par de años más viejo.Por eso, decidimos cerrar la fábrica, si tenemos más hijos no serán biológicos, no quiero volver a correr el riesgo de perder a mi mujer.– ¿en qué piensas, amor? – mi preciosa pone sus manos sobre mi pecho y mientras observa mis ojos sonríe brillantemente.– Solo recuerdo la llegada de nuestra beba &n
Aimé Bombelles D’AngeloCinco años ¡Dios mío! Cinco años ya, suspire y recibí un mensaje de Lola, ella estaba arreglando los cursos de los niños, esta tarde se la tomarían libre, ya que al anochecer Max se casaría con Kira en el patio del viñedo, sonreí al ver una fotografía de mis hijos en el colegio, ellos ni siquiera sabían que había gente allí para ellos.Desde el nacimiento de Mía los accidentes habían bajado, la prensa ya no estaba tan interesada en nosotros y nos pudimos dar un respiro, aun manteniendo nuestra seguridad, suelto un suspiro y termino de revisar nuestro último caso, para mi suerte la madre superiora del convento en Roma nos puede ayudar y así darle asilo a algunas de las mujeres que llegan aquí, para no dejarlas desamparadas.Busco mi cartera y mi chaqueta, tomo mi móvil y salgo de mi oficina
Máximo D’AngeloRespire profundo y me detuve a mirar cómo había quedado el patio de la casa, todo estaba entre manteles blancos y detalles azules, por inercia toque mi corbata, pero recordé que Aimé ya la había anudado, ese sentimiento de familiaridad azoto mi corazón, a pesar de todo lo que había pasado tenerla a ella era como tener un pedazo de mi madre entre nosotros, más que nada era porque de esa forma se comportaba ella con nosotros, era como una madre.Nos aconsejaba, reprendió cuando se debía, felicitaba y consentía cuando podía, nos trataba igual que a nuestros hermanos pequeños, sonrió al recordar las últimas vacaciones familiares, fue una de las mejores que hemos tenido.La llamada de mi padre me distrae, me avisa que ya están en el aeropuerto, pero es la organizadora quien me busca y comienza a hacer pasar a los invitados a tom
– Vamos a estar bien – dijo y sin más volvió a tomar mis manos y salimos rumbo a nuestra celebración.Cuando estábamos a media escalera comenzamos a escuchar los aplausos de los invitados, ellos nos recibían con gran felicidad, apenas llegue a al comienzo de la escalera dos copas se nos acercaron, desde allí compartimos un brindis con nuestros invitados agradeciendo su asistencia e invitándolos a disfrutar de la noche.Las felicitaciones no se hicieron esperar, mucha gente nos felicitaba por lo bonito de todo, la ceremonia, la celebración, la cena, es increíble como la organizadora se había lucido, después de la cena la celebración volvió al patio, allí la pista de baile estaba lista y no reparamos en pasarla bien, la única vez que interrumpimos todo fue cuando subimos a dormir a Marie, ya que Sofía estaría con nosotros en la celebraci&oacu
Lucí InfernoTenía 12 años cuando aprendí que hasta los que te quieren te traicionan, fui llevada por mi propio padre hasta un Orfanato y luego de una semana supe que esa sería mi casa hasta mi mayoría de edad. Fue entonces cuando conocí la crueldad, había vagado por los patios del recinto por algunos minutos, era la primera vez que salía de la habitación que compartía con otras tres niñas, de pronto una mujer de aspecto frívolo me tomo el brazo y me arrastro hasta las oficinas.Cuando entre me di cuenta de que no era la única, había cinco niñas más, se veían de mí misma edad, estaban nerviosas y desde el otro lado del escritorio había un hombre, su mirada era asquerosa, y el aroma que había en el ambiente no ayudaba.Inconscientemente sabia de que se trataba, era solo que mi mente se negaba a creerlo.El hombr
Samil SilverHoy, hoy es un día importante, un día único para mí, hoy cumplo 10 años de matrimonio, mi esposa no espera esta sorpresa, lo sé, pero me llegan a picar las manos por lo que haré.Bajo del avión, aun con mi traje de militar, me voy enseguida a entregar mi reporte y luego a las duchas, allí un colega me entrega la joya que encargue, me cambio rápidamente de ropa y me preparo mentalmente para pasar una tarde y noche fenomenal.Tomo un carro y me voy directamente hacia el edificio en donde vivimos, ella tenía el día libre hoy y mañana, subo rápido por el ascensor, entro al departamento en silencio dándome cuenta de que las luces estaban bajas, música se escucha desde nuestra habitación, a ella todo esto le gusta, camino despacio, pero un ruido me hace detenerme, me quede estático cuando los claros gemidos de mi mujercita era lo q