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Capítulo Doce - 4
Parte 4...— No seas loco, criatura - me reí — Es una señora muy buena que nos ayuda mucho. Sólo le hice un favor, quería algo de compañía y además gané un paquete que me hará ganar algo de dinero.Sacudió la cabeza haciendo una mueca y suspirando.— Realmente... Eres una pieza rara. Chica, vas a morir sellada, ¿es eso?Abrí los ojos, pero nadie que pasara por allí me oyó.— Oh, Simone, ya sabes cómo soy - me encogí de hombros — Quiero sentirme preparada. No sé, quiero un tipo especial.— Eso no existe, la pasión - se rió.— Sí, lo hay - afirmé- — Es difícil, pero un día lo encontraremos.— ¿Cuando tengas sesenta años? - levantó la ceja.— Oh, da igual - me encogí de hombros de nuevo — Quiero casarme virgen. Y si voy a tener algo antes de casarme, el chico tiene que ser realmente especial para mí para hacerme cambiar de opinión al respecto.Dejó escapar una mirada de duda en su rostro.— Creo que estás perdiendo el tiempo. Al menos podrías distinguir un poco - ella me pellizcó ligera
Capítulo Doce - 5
Parte 5...Seguí cruzando la avenida cuando Simone me dio un codazo.— Mira a ese tipo de ahí, amiga -señaló con la cara.Estaba a punto de hablar, pero él fue más rápido. Se quitó las gafas y sonrió, saludándome con la mano. Me di cuenta de que Simone estaba sorprendida.— Este es el hijo de la amiga de mi madre - dije en voz baja, revolviendo mi pelo para disimular.— No me lo creo", - ella dijo entre dientes, disimulando. — Estaba escondendo el juego... O mejor dicho, el hombre - me pellizcó más fuerte esta vez.— No escondí nada - me tiré del brazo, que estaba dolorido — Fui a su casa a cenar, como dije. Es su hijo - Me encogí de hombros — Eso es todo - subimos a la acera del otro lado y se acercó.Vaya, llevaba pantalones ajustados, vaqueros oscuros, camiseta blanca y zapatillas deportivas oscuras. Y, por supuesto, todos los diseñadores. Era casi como el chico del cartel de los ricos.Al menos Simone dejó de pellizcarme. Se puso a mi lado cuando se detuvo frente a mí. Lo sé y le
Capítulo Doce - 6
Parte 6...— ¿Te pongo nervioso? - sentí que su voz era ligera, como si estuviera sonriendo.— No - mentí — Es mi propia cosa. Manía.No, no lo es. El me pone nerviosa. Pero no voy a revelarlo.— Sabes, fue un placer conocerte anoche. Lástima que no tuviéramos mucho tiempo para hablar. Y me gustaría que hoy ya fueras mi novia.— Um, um... - murmuré: — ¿Adónde vamos? - me volví hacia él.— No te preocupes, es sólo un paseo.¿No te preocupas? Bien, entonces ¿por qué escuchar eso me hizo sentir como un cordero junto al lobo?— Sabes, aún es temprano, creo que es mejor que me lleves a casa pronto.Me retorcí las manos, empezando a ponerme aún más ansiosa. No tenía sentido que estuviera sentado allí, junto a él.— Tengo hambre, aún no he comido"- me miró.— Todavía no. Comeré cuando llegue a casa.— Tengo una idea mejor. No me vas a dar cuerda para enrolarme.Giró en otra avenida y tomó la línea de costa. Debería haber dicho que ya he comido, eso es lo que debería haber dicho. Condujo el c
Capítulo Doce - 7
Parte 7...— Mónica - respondió en voz alta.— Bien... Mónica - sacudió la cabeza y se quedó en silencio.La chica estaba avergonzada. Ella esperaba que él se acordara de ella y organizara una fiesta, pero a él no le importaba nada, sólo la miraba fijamente.— No me llamaste después... Ese día" - me miró.Oh, Dios. Lo entiendo. Era un ex de él.— Sí, eso es. - chasqueó la lengua, apretando los dientes — Estoy demasiado ocupado - sacudió el menú — No tengo tiempo y ahora estoy metido en otros asuntos.No sé si fue intencional, pero creo que se refirió a mí, y no me gusta cómo me miró la chica. Yo también.— Ah, de acuerdo entonces... - se alisó el pelo — Te buscaré entonces.— Vale - levantó el dedo en señal positiva y volvió a mirarme.La chica se despidió y se fue. Dios, qué pena. Si fuera yo estaría cabreado. La camarera llegó con los pedidos. Todo estaba muy bien y olía muy bien. Puso los platos delante de nosotros y se fue.Vaya, en el primer bocado ya sentí lo delicioso que era.
Capítulo Trece - 1
Parte 1...NortonNo sé si me he adelantado en el tiempo o si sólo ha sido el encanto inicial que a todos les gusta hacer. No creo en esa santidad que predicaba mi madre.Es un juego antiguo. El gato y el ratón. Ellos fingen que no les interesa y nosotros fingimos que nos lo creemos. Nada era fuera de lo normal. Todo fue bien, hablamos, comimos, como si fuera una reunión normal. Así es como suele empezar.Pero eso está bien. Va a ser bueno, un nuevo reto. Hace mucho tiempo que no tengo uno. Es demasiado fácil. A veces ni siquiera tengo que esforzarme para que la mujer caiga en mi cama. O en el sofá, en el coche. Depende del momento y de la tara.Hasta que me excitó con este pequeño juego. Ni siquiera recordaba que fuera tan divertido.Arranqué el coche y un tipo llamó a mi ventanilla. Se agachó y me preguntó si estaba perdido, pero entendí por su tipo que podía ser otra cosa. Realmente no era un buen lugar para aparcar un coche así. Llama la atención.Aceleré y salí de allí, pensando
Capítulo Trece - 2
Parte 2...Empecé a lamerla sin prisa y, como ella ya sabía cómo funcionaban las cosas, gimió suavemente para no llamar la atención, aunque el personal sabía lo que estaba pasando allí en ese momento.Chupé sus duros y alegres pezones y pasé mi mano por sus muslos, saboreando y sintiendo que ya estaba mojada para mí. Siempre me cuido y uso protección. Aun sabiendo que Fernanda también usa pastillas, no me atrevo a arriesgar mi salud.Antes de que comenzara la verdadera excitación, rodeé rápidamente la mesa y abrí el cajón de abajo, donde siempre dejo condones de repuesto para un momento como éste, de ser atrapado sin esperar.Me puse rápidamente el condón y volví a mi posición. La besé y al mismo tiempo la penetré, haciéndola gemir más. Me abrazó con sus piernas y empezó a moverse conmigo, en el baile que ambos conocemos muy bien.********** **********Cuando Fernanda se fue, decidí darme una ducha y refrescarme. A pesar del aire acondicionado encendido, la temperatura en mi habitació
Capítulo Catorce - 1
Parte 1...CristinaYa era casi mediodía y sólo había echado una pequeña siesta después de todo lo ocurrido esta mañana. Incluso quería dormir, pero mi cabeza estaba llena de la imagen de Norton besándome y hasta entraba en mi sueño para perturbarme.Acabé poniéndome ansioso de nuevo y decidí levantarme para hacer algo que alejara mi atención de él.Mi madre se sentía mal, le dolía el estómago, así que le preparé una infusión de manzanilla que la calma un poco. He metido unas sábanas en la lavadora y gracias a Dios ha funcionado.Hacía más de una semana que no funcionaba, pero nuestro vecino de arriba, que trabaja con esto, se acercó y jugó con él. No garantizaba que siguiera funcionando durante mucho tiempo, porque ya era viejo.A mí me ayuda mucho en las tareas del hogar y también porque lo necesito para mantener mi ropa de trabajo siempre perfecta. No puedo seguir lavando ropa pesada en el tanque. Hay muchas manos que fregar.Le llevé el té a mamá, que estaba en el salón viendo un
Capítulo Catorce - 2
Parte 2...— Mamá, ve a ver tu programa. Casi he terminado aquí.Se fue haciendo una cara, frunciendo el ceño. Tú también debes ser curioso y desconfiado.********** **********Ya estaba poniendo la mesa para comer cuando llamaron a la puerta. Así que de nuevo nuestro timbre se había roto. Suspiré. Cogí un paño de cocina y cubrí la olla con los macarrones.Mamá estaba en la parte de atrás, recogiendo la ropa que ya se había secado en el tendedero y luego iba a colgar las sábanas. Abrí la puerta lentamente y me asomé para ver quién era.Un joven se dio la vuelta y tenía un ramo de flores en las manos. Me preguntó si era Cristina Figueiroa y le contesté que sí. Me entregó el ramo, me deseó buenas tardes y se fue.En la espalda de su uniforme estaba escrito el nombre de la floristería. Nunca he oído hablar de ella, pero de todos modos no le presto atención. Cerré la puerta y olí el hermoso y delicado ramo de flores rojas, blancas y casi amarillas. Demasiado bonito. Sonreí y mi corazón la