La lluvia había cesado, Killian y Lillith se habían puesto de pie - ¿Qué vamos a hacer ahora? - Preguntó Lillith la loba ni podía ocultar que todo lo que seguiría después era desconcertante para ella.— Existe una casa alejada de todos en el territorio de Rosas de Luna, allí viviremos, no quiero vivir en la Casa de la Manada y menos en la casa del Alfa de la Hermandad, aprovechemos este momento te llevaré allí— Fue la respuesta dada por Killian guiando a Lillith hasta él sitió mencionado por el Beta.— Me parece correcto - Lillith suspiro en definitiva necesitaba un descanso después de todos estos días en donde el descanso no fue ni siquiera opción.Rox una vez que había visto a la pareja apretó los puños con el odio en la mirada, Killian cada vez estaba más lejano para ella. Los miembros de la Hermandad sentían la presencia de la Alfa, Lillith no le había prestado atención al cargo, hoy quería disfrutar de esta tranquilidad, además de que estar cerca de Killian también le daba la Pa
Lillith no sabía cómo reaccionar ante todo aquello que estaba escuchando, pero Killian rápidamente la había sacado de sus pensamientos.— No hace falta que digas nada y tampoco preguntes nada, ya te había dicho que te mantengas al margen, si yo te he dicho esta mínima parte de mi vida es para aclararte las razones del porqué no pienso obligarte a traer cachorros al mundo.El rostro del Beta se había endurecido mientras hablaba y Lillith había descubierto que a pesar de que él no piensa obligarla a quedar embarazada, él deseaba tener cachorros, la Loba tuvo una necesidad descontrolada de consolar al hombre a través de sus palabras.— Los anhelo tanto como tú - Susurró Lillith.Posterior a aquella respuesta ella había agachado la cabeza, sentía la mirada del Beta por encima de ella, además de que la marca empezó a quemar, aquello significa que las emociones estaban allí y que los Lazos que los unía estaban empezando a intensificarse.— Ya no hablemos de mí ni del pasado, siempre se dice
Los pasos de la loba dejaban huellas había dado las vueltas por todo el territorio hasta encontrar una pequeña laguna allí ella se había acercado Lillith había observado su reflejo, pero aquello que ella estaba observando el pelaje de su hermosa loba, sus ojos rojos como la sangre escarlata ella misma se sentía satisfecha ante aquello que estaba observando era hermosa, y sabía que Killian era el único lobo digno de ella, sabía que no podía borrar la historia del Lobo y aquella ha escuchado de sus propios labios y de su propia voz áspera que ha acabado con la vida de la mujer que le trajo a la vida ella sabía que detrás de esa historia había una historia más oculta.— Nunca lo juzgaríamos - la conexión entre loba y mujer se había entablado.— Por supuesto que nunca lo haríamos - Fue la respuesta dada por Lillith - En algún momento él nos va a decir las razones que tuvo mientras esperamos, por eso disfrutemos y llevamos nuestras responsabilidades por encima de todo, demostraremos que lo
Sus ojos azules observaban el perfecto vestido rojo que enaltecía su figura, su elegancia, Lillith empezó a bajar y fiel a su palabra Killian estaba esperando por ella al darse la vuelta el Beta se había quedado sin aire en los pulmones ella estaba ardiente y natural no necesitaba de ningún cosmético el leve sonrojado de sus mejillas, sus ojos azules brillantes y aquellos labios carnosos eran la perfecta combinación para el deleite del Beta, el vestido que traía puesto dejaba en claro que la simplicidad llevada al extremo se convierte en elegancia escasos centímetros los separaba y sus manos se habían encontrado.— Estás preciosa, eres toda una Reina, eres mi Reina - Para Killian expresar aquellas palabras dirigidas a Lillith eran tan fáciles.Lillith había sonreído satisfecha y encantada con el halago del hombre, ambos se habían posicionado enfrente de la chimenea.— REINA MÍA - Susurró Killian acercándose provocativamente a la loba succionando ligeramente el lóbulo de la oreja de Li
Un sin fin de emociones los había sacudido al escuchar aquella voz, la noche se había vuelto más fría, las hojas del suelo se levantaban, las aguas de los Ríos y los Mares tenían olas furiosas, la calma parecía no existir, las llamas del Fuego de la chimenea podrían destruir y convertir en cenizas a cualquiera, mientras la Diosa Luna como un acto no usual se mantenía ante la Mestiza ambas mujeres tenían un poder muy especial, pero la mujer que tenía el cabello ceniza observó a la mestiza, la Diosa por supuesto que sabía quién era ella, y que era de Killian.La magia que envolvía a las 4 personas en el interior de la cabaña era muy fuerte, la Diosa Luna era sagrada para los Licántropos aquella que guía el camino de sus hijos, en la oscuridad, es a ella a quién ellos aúllan en busca de respuestas y es ella quién les entrega el verdadero amor, la Diosa no puede evitar catástrofes, pero les da la suficiente fuerza al entregarles el amor, porque en la elección del amor destinado ella entre
La cabaña se había vuelto muy calurosa, el viento había dejado de sentirse unos ojos azules y otros del color de los rayos del sol se habían enlazado buscando hallar algún indicio de detener aquello que ocurriría, pero lo único que habían encontrado era el deseo plasmado en la mirada de ambos, era tradicional que después de la Unión esta sea consumada como cualquier matrimonio humano, Lillith tenía los nervios a flor de piel y Killian tan tranquilo, tan sereno con el rostro insufrible era incapaz de demostrar alguna emoción, pero el brillo en sus ojos dejaba en claro aquello que el Beta anhelaba, los labios y el cuerpo de la loba eran su necesidad, los ojos del lobo eclipsó a Lillith.Unos segundos después los labios del Beta se posaron por encima de los de Lillith aquel contacto erizo la piel de la loba, luego de un beso que había iniciado con un simple roce, el panorama había cambiado, los labios de Killian eran exigentes reclamando los de la loba con fiereza, el hombre emitía gemid
Eran las 3 de la madrugada sus cuerpos desnudos aún, la Luz de la Luna seguía siendo la única fuente de claridad en él sitió ya las llamas de la chimenea fueron apagadas, Lillith parpadeó varias veces, pero el cuerpo caliente de Killian pegado al suyo logro que sus mejillas se sonrojen los recuerdos de la consumación de la Unión había encendido una pequeña llama de pasión nuevamente en ella, recordar cómo las caricias, las palabras y los gemidos eran recuerdos placenteros e inolvidables que hicieron que ella mordiera los labios, la loba se apartó suavemente del lobo buscó algo con que tapar su cuerpo había encontrado una pequeña sábana ella rápidamente lo envolvió en su cuerpo y salió al exterior, no se había percatado que los ojos del Beta solamente estaba fingiendo dormir ni bien Lillith salió de la cabaña sus ojos amarillos se abrieron, su rostro era sombría sus facciones completamente endurecidas.Lillith encontró una roca estaba a dos metros de la cabaña se sentó en ella y observ
Killian observó la espalda de Lillith alejándose con Rombel, una parte de él ya se imaginaba que su esposa tomaría las riendas de la Manada sin importar que era de madrugada aquello hizo que una emoción rara hiciera vibrar su cuerpo, se removió su alborotado cabello tomando la decisión también de alejarse de la cabaña, de una u otra manera se sentía bien consigo mismo, la marca, la Unión y los recuerdos del cuerpo de Lillith reaccionando ante el tacto de sus manos eran bastante satisfactorios para el Beta, pero entonces un pensamiento más raro se apoderó de él al pensar en Lillith entregándose a él, tomando todo de ella sus ojos amarillos se volvieron más intensos.— Como se me pudo olvidar - Murmuró el Beta, pero, sin embargo, seguía avanzando hasta llegar al río que separaba el Territorio de la Hermandad de un Territorio de nadie.Killian se agachó arrancando unas hierbas, pero antes de volver con dirección a la cabaña, sitio en dónde Lillith ya se encontraría en contados minutos de