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Necesito tiempo, al verla me di cuenta que no es mi hija de sangre, esa bebé es Fantini. A tres días de haberlas dejado en la clínica; aún me encuentro con el corazón destrozado ya que no deseo lastimarlas, me sentí humillado y lastimado por partes iguales cuando vi a mi Alma , no tiene ojos azules, tampoco el cabello castaño y su nariz no es McCarty, definitivamente no lo es.
Mi teléfono no deja de sonar y lo
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CAPÍTULO 11. CONFLICTOS
Una vez en mi ático puse cómoda a Jena en mi habitación, se notaba cansada y dolorida. La dejé dormida mientras entraba al baño para vaciar mi vejiga y sacarme este hedor de encima y no es porque huela a sexo, en realidad llevo casi o tres días de no ducharme y compadezco a esa pobre chica por aguantar mi mal olor. Tengo resaca y quiero dormir.
CAPÍTULO 12. ESCLARECIENDO
Me siento terrible, recuerdo poco de lo que paso pero el dolor de mi nariz me recuerda que Duncan McCarty resolvió de nuevo hacer su voluntad y no es que me queje porque se que tiene razón la cagué elípticamente es que no tengo idea de que quiere, últimamente me han pasado tantas cosas que mis dedos no me alcanzan para contarlas, creo que eso se llama “mala suerte”. Se que debo hablar con ellos y se que
CAPÍTULO 13. VALOR
La tomé de la mano y me dirigí al ático para que se calmara y descansara un poco después del tormentoso momento que la hice pasar, me siento culpable porque mis padres son demasiado invasivos y no les importa nada respecto a mi, espero que ahora piensen mejor las cosas y se den cuenta que cuando lo engañan a uno tiende a tomar malas decisiones, como les dije ya soy un adulto y creo que merezco un poquito de respeto en mi vida privada aunque en el fondo sé que siempre se van a inmiscuir.
CAPÍTULO 14. ENAMORADO DE TI
“Descubrí que al mirarte lo único que siento es amor, ese que un día pedí al cielo casi con desesperación. ¡Si! Le pedí a Dios un amor grande, incondicional y verdadero, tardó un poco pero aquí estas: entre mis brazos, haciendo esos ruiditos que me convierten en un imbécil porque no puedo dejar de1 verte. Definitivamente tú eres el amor que yo deseaba, el que necesitaba para ser completamente feliz. ¡Gracias por ser, por existir y sobre todo por estar! Te amo mi Alma”.Pasé el resto del día con mi hija, Sonya nunca salió de su habitación porque… ¡en realidad no lo sé! Y lo agradezco. Mis padres se de
CAPÍTULO 15. GRAVE ERROR
No he dejado de llorar desde que Sonya me escupió en la cara lo que le sucedió, debe sentirse horrible pero aun no comprendo por que odia a la bebé, bueno; se wue debe ser horrible mirarla y recordar que rl maldito Serbio la lastimo pero ¡Alma es inocente! Necesita terapia y no quiere ir, necesita ayuda y se niega a aceptarlo, dice sentirse bien y que no esta loca pero yo creo que le hace falta hablar con alguien que la aconseje bien.Yo esto
CAPÍTULO 16. KATHRYA PETROVA
Despierto y todo es oscuridad trato de moverme y las correas en mis muñecas y tobillos me lo impiden ya que el cuero es demasiado resistente, tengo frío y calor a la vez, siento miedo y tranquilidad pero una tranquilidad que raya en la desesperación de no saber donde estoy y no poderme liberar de estas amarras que me tienen cautivo e inmóvil.Respiro profundamente buscando calmar mis nervios y po
CAPÍTULO 17. DESTROZADO
Lloré hasta que no quedaron lágrimas en mis ojos, ella nunca me amó, solo se amó ella misma en el fondo siempre lo supe pero enterarme por un tercero es más doloroso porque se convierte una realidad; que te hunde en el fondo de un hoyo negro y no te permite salir, y luego las consecuencias: toda la serie de sucesos que sobrevienen después que conoces ese montón de secretos y el dolor que llevarás metido en el alma como una maldita daga que rompe y corroe pero que nunca, nunca sale de tu cuerpo.
CAPÍTULO 18. EL PLAN
Sentado como niño bueno en mi celda de dos metros de diámetro y esperando alguna noticia de mi abogada sexy me encuentro que hay cosas incomprensibles en la actitud de Sonya referente a la demanda y su desaparición, imagino que se encontrará bien y con su madre, o por lo menos eso es lo que espero.—¡Hola! – miré hacia donde estaba la chica que me hablaba y no salí