Emma MarkMe despierto, sigo aquí, otra vez en la terrible pesadilla, dentro de unas sábanas calientes, sobre una cama más que suave y cómoda, estoy encerrada en una jaula de oro.No, no la puedo llamar así si no tengo ni la más mínima libertad para disfrutar de los lujos que según el me ofrece.¡Dios! como quisiera dormir y jamás despertar, ahogarme mientras duermo y quedarme en esos sueños donde soy feliz y libre, miro a mi lado y afortunadamente él no está aquí, gracias a Dios pensé, me levanto y camino hasta el baño a ducharme, de camino paso ojeo por la ventana y veo los pájaros habiendo nidos, sonrió y sigo mi camino.Entro en el baño y me doy una ducha con agua fría para despertarme, ojalá pudiera dormir todo el día pero lo tengo prohibido, ridículamente prohibido, ya lista salgo y lo que veo me deja helada.Salgo con una toalla cubriendo mi cuerpo mojado y otra en mis manos mientras seco mi cabello, al verlo mi paso queda detenido bruscamente y puedo escuchar los latidos de m
Emma Mark.Matthew sigue apretando el volante, en el cuerpo del volante se ve la presión que le aplica, acelera y puedo notar su enojo como venas sobresaliendo de su frente, sus hombres en las motos detrás de nosotros comienzan a acelerar al ver su cambio de velocidad, fue una mala idea preguntar, una jodida mala idea.—Escúchame muy bien Emma, tendrás que acostarte conmigo por placer y es como, cuando y donde yo quiera, harás cada cosa que se te pida sin dar problemas, te tendré vigilada las 24 horas del día y si haces o dices algo de lo que pasa en la casa, te olvidas de la escuela y de tus padres, no hablarás con ningunos de tus amigos, si me informan que estuviste con un chico tendrás problemas y nada de salir a "estudiar" con tus amigos, Dios te salve de que me enteré de un chico porque lo mato en tu cara y no querrás tener eso en tu memoria -Dijo rápidamente todo esto apretando la mandíbula y con sumo trabajo.—Y-yo eemmh.. —Estaba asustada, mi pecho subía de arriba a abajo por
Emma Mark.Seguíamos en camino, me quedé dormida un rato y soñé con la señora que nos atendió en la tienda de zapatos y lo que me dijo.«-Por lo que veo la vida marital a sido amarga -Me dijo mientras veía a Matthew sentado al otro lado de la tienda -Ven, toma esconde está pastilla y tómala antes de salir en público, te mantendra feliz unos momentos.»Me desperté sintiendo un toqueteo en mis muslos, me di cuenta que Matthew me trataba de despertar, me incorpore sin decir nada y él tampoco hablo, por suerte.Habíamos llegado, paramos en un restaurante, el chófer abrió la puerta y Matthew bajo primero, como siempre agarró mi mano para aparentar que somos una "pareja", todos nos miran de arriba hasta abajo y viceversa, algunos solo observan y otros murmuran.Todos aquí están vestidos elegantemente, parecen estar en su elemento y totalmente cómodos, yo... Pues yo estoy vestida normal creo, no me ven como si fuera fascinante más bien me ven extrañados.Matthew pidió una mesa, nos sentamos
Emma Mark. Abrió la puertas a mis espaldas, me giré a verlo y retrocedí, su aspecto me da miedo, demasiado miedo, una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa de un psicópata.-¿Qué pasa, mi amor? —Preguntó acercándose con paso lento —¿Me tienes miedo? —Siguió acercándose y yo retrocedía asustada.—No te me acerques —Choque con la pared y puse mi mano al frente para que no se acercara.Estaba muerta del miedo y lo peor aún es, que estoy acorralada —¿Te da miedo la sangre? —Preguntó pasando sus dedos manchados de sangre por mi mejilla dejando un rastro de ella a su paso.—No me toques —Traté de empujarlo pero fue imposible, es demasiado grande en comparación conmigo, él agarró mi cara haciendo que lo mire directamente a esos ojos que eran hermosos pero no tenía nada mas, una belleza vacía y oscura como su alma, el olor de la sangre llegaba a mis fosas nasales y me desagradaba, en mi rostro se notó.Rió como un demente, río a carcajadas alzando su mirada am techo, volvió y clavó
Matthew Jones.Ayer por fin se dejó de mi, mi nombre entre sus jadeos se oye tan bien, hace tiempo que la imaginaba así dejándose de mi sin ninguna queja ni un "para" de su parte ¿A quien cree que engaña? Se bien que le gusta mi verga, es la de su hombre, tiene que gustarle, es su destino.Salió del baño con las mejillas rojas y cubriendo su cuerpo con una toalla en dirección al armario, le dije que no lo hiciera y se acostara desnuda a mi lado, se acostó de espalda a mi cubriendo su cuerpo con pudor, a veces da ternura es como una linda conejita antes de ser cazada por el cruel zorro, le pedí que se pegara a mi cuerpo y no respondió, tire de su cabello pegándola a mi, soltó un pequeño chillido de dolor ¡Que dulce melodía es su dolor!Dormí a su lado por unas horas, pero me levanté antes que amaneciera, tenía cosas que hacer desde muy temprano, salí de su habitación y camino la mía vi a la puta de María paseándose por frente a mi puerta en lencería de puta barata ¿Quién se cree a pase
Emma Mark.Entramos al auto y tengo que decir que ¡Wow! es mas hermoso de lo que imaginé por dentro que por fuera, obviamente no di a demostrar mí asombro, no quiero que piense que con sus cosas olvidaré sus malos tratos.(...)De reojo lo observo y está muy entretenido en su teléfono haciendo quien sabe qué, no ha dicho nada en todo el camino, no ha volteado a mirarme y ni ha echo un gruñido o algo, lo cuál me sorprende, pero agradezco. —Emma —Es aquí en donde diría mi querido abuelo, no emboques al demonio cuando está tranquilo —Emma —Repite una segunda vez, suspiro y volteo a verlo —No tengo que advertirte de cometer una tontería ¿verdad? —Niego con la cabeza —Te harán muchas preguntas trata de evadirlas, dirás que tienes 18, que nos conocimos en un restaurante, y que tenemos 7 meses saliendo lo demás me lo dejas a mí, no te preocupes, no quiero que te separes de mi, y si te dejo sola que lo dudo, no quiero que hables con nadie que se te acerque ¿de acuerdo? —Asentí —Ah, que no se
Matthew Jones.Ésta niña me hará enloquecer más de lo que ya estoy, sus berrinches me tienen harto ¿No sólo puede portarse bien? ¿Que le cuesta obedecer a su hombre?No quiero lastimarla, pero si a golpes entenderá que es mía, que me pertenece y tiene que hacer todo lo que le pida, a golpes será no me queda más opción.Entro al baño y directamente abro el agua caliente en la ducha, necesito relajarme, maldita sea por mi mente se pasa la imágen de su cuerpo bajo el mío entre jadeos y gemidos, se que aunque quiera parecer que se resiste me adora, eso me lo comprobó.Al mirar abajo ya puedo notar mi verga erecta y no dudo en masturbarme pensando en ella, las voces en mi cabeza me piden que salga a buscarla, que la haga mía a la fuerza si no se deja, que la golpee hasta ver su sangre brotar de ella, no puedo. No, no puedo hacerlo, me masturbo hasta terminar, me terminó de duchar.Salgo del baño con una toalla cubriendo la parte inferior de mi cuerpo, suspiro de mala manera al no verla en l
Emma MarkMis ojos se abren poco a poco, mi vista esta un poco borrosa y me siento pesada pero distingo que me encuentro en una habitación de un hospital ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy aquí? Los recuerdos de lo que pasó me llegan como flash, cuándo desperté al lado de Matthew dolía mi vientre bajo, fui al baño revisé mi parte íntima y todo esta bien, de pronto el dolor se identificó más, me apoye del lava manos, suspire y trate de respirar para no llorar, la voz enojada de Matthew me asustó e intenté caminar de vuelta a la cama pero sólo pude llegar hasta la puerta. Me sorprendí cuando vi la sangre en mis piernas lo último que recuerdo es el rostro preocupado de aquel infeliz.La puerta es abierta en su totalidad, entra Matthew y se acerca a mi, está enojado o preocupado no distingo bien, él iba a hablar pero la puerta se abre otra vez entra una doctora de unos 30-40 años, al parecer.—Hola —Mira la tabla de apuntes que sostiene en sus manos, debe ser el récord —Emma, soy la D.r Jessica Ar