Emma Mark

Estoy muy nerviosa, las manos me sudan por los nervios, si él se entera de esto es capaz de matarme, no sé que hacer ¿Lo escondo? ¿Y si se da cuenta de que lo tengo? No no no, él no se puede enterar de esto.

Lo escondo bien en la mochila donde no sea visible, no tiene batería por lo que no me preocupa si suena en algún momento, organizo mi ropa en el armario y me doy una ducha.

Salgo del baño y me visto con sumo cuidado, me recuesto en la suave cama quedando en los brazos de morfeo.

(...)

Despierto por uno movimientos leves y toqueteo en mi hombro.

—Despierta —Escucho y con flojera abro los ojos encontrándome con esos ojos color miel que irradian una ternura que me quisiera creer.

—¿Qué pasa? —Pregunte mientras aún me frotaba los ojos, al querer sentarme me mareo y me sujeto de la cama.

—¿Estas bien? —Me recuesta en la cama y mi vista es muy borrosa —Emma ¿Estas bien?—Asiento no muy segura —Esto debe ser porque no has comido nada, ya vengo, traeré comida ¿De acuerdo? —A