La voz proviene desde mis espaldas, por lo que tengo que girarme para ver quién es la dueña de esa voz tan enérgica.

Al hacerlo me encuentro con una mujer alta, rubia y muy vistosa quien, para mi sorpresa, arquea una de sus cejas al mirar fijamente a Harry.

- Paola, te presento a Elena, mi madre, mamá te presento a Paola, mi novia

Inmediatamente, su madre gira su mirada hacia mí y me dibuja una sonrisa para decirme:

- Mucho gusto Paola

- El gusto es todo mío, señora Gilbert

- Bueno, Paola ¿a qué te dedicas?

Por lo visto, Harry tenía razón, no hemos hablado nada más aparte de nuestra presentación y ya ha comenzado a interrogarme, esta mujer no anda con rodeos, no sé si alegrarme de ello o preocuparme aun más.

- Mamá –le dice Harry en un tono de regaño dulce

- ¿Qué querido? Solo estoy yendo al grano

- En ese sentido nos parecemos ¿para qué andar con tantos rodeos cierto? –le digo- Todavía estoy estudiando

- ¿Te has planteado la idea de tener una carrera en el mundo empresarial?