LAIKA

Nos abrimos paso por las calles mientras los bailarines movían sus cuerpos al ritmo de la música producida por los tamborileros. Morfeo, Ari y yo avanzábamos entre la multitud eufórica. Yo no diría que no estaba disfrutando el festival. Llevaba una sonrisa radiante mientras Morfeo nos guiaba entre la multitud. Dijo que tenía un espacio al frente donde veríamos todo con claridad.

"¿Los humanos siempre hacen esto? Quiero decir, ¿hacer festivales cuando quieren casarse?", pregunté. Tuve que gritar para que Morfeo pudiera escucharme por encima de la multitud.

"Sí. Es equivalente a lo que ustedes llaman la ceremonia de apareamiento. Una vez que la hija del rey haya desfilado por toda la ciudad, iremos al palacio del rey y continuaremos la ceremonia hasta que llegue el novio".

"El novio es un príncipe, supongo".

"Supones bien. Pero los humanos siempre están comprometidos. No son como los hombres lobo que encuentran a su pareja dada por la Diosa de la Luna". Nos reímos entre diente