Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir. El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado. —Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo. Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo: —No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo. Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. —Selena…—comenzo a decir el en un susurro casi inexistente. Pero la prostituta abrio los ojos, respiro profundo y esbozo la mejor sonrisa falsa que puso convocar en aquel preciso instante. Una que fue lo suficientemente capaz de engañar al millonario. —No tienes que decir nada, Alex, no es necesario… tienes una amante ¿Y que? ¿Cual es el problema de eso?—pregunto Selena con tono un poc
Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir. El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado. —Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo. Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo: —No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo. Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. —Selena…—comenzo a decir el en un susurro casi inexistente. Pero la prostituta abrio los ojos, respiro profundo y esbozo la mejor sonrisa falsa que puso convocar en aquel preciso instante. Una que fue lo suficientemente capaz de engañar al millonario. —No tienes que decir nada, Alex, no es necesario… tienes una amante ¿Y que? ¿Cual es el problema de eso?—pregunto Selena con tono un poc
Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir.El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado.—Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo.Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo:—No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo.Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir. El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado. —Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo. Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo: —No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo. Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. —Selena…—comenzo a decir el en un susurro casi inexistente. Pero la prostituta abrio los ojos, respiro profundo y esbozo la mejor sonrisa falsa que puso convocar en aquel preciso instante. Una que fue lo suficientemente capaz de engañar al millonario. —No tienes que decir nada, Alex, no es necesario… tienes una amante ¿Y que? ¿Cual es el problema de eso?—pregunto Selena con tono un pocCapítulo 6-24:
Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir.El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado.—Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo.Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo:—No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo.Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir.El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado.—Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo.Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo:—No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo.Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda.—Selena…—comenzo a decir el en un susurro casi inexistente.Pero la prostituta abrio los ojos, respiro profundo y esbozo la mejor sonrisa falsa que puso convocar en aquel preciso instante. Una que fue lo suficientemente capaz de engañar al millonario.—No tienes que decir nada, Alex, no es necesario… tienes una amante ¿Y que? ¿Cual es el problema de eso?—pregunto Selena con tono un poco mas caCapítulo 6-26:
Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir.El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado.—Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo.Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo:—No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo.Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda. Cuando Alexander ingreso a la habitacion, Selena estaba recostada en la cama, fingiendo dormir.El millonario, con rostro palido y algo demacrado, avanzo por la habitacion hasta detenerse junto a ella, tomando asiento a su lado.—Se llama Alessa, es mi secretaria—dijo el en tono bajo, notando que la bella prostituta en verdad no estaba durmiendo.Con sus ojos aun cerrados, sin querer mirarlo, ella simplemente dijo:—No quiero saber, no me interesa saber de tu relacion con ella—su tono era aspero y algo agresivo.Alexander trago duro, mientras el dolor se hacia carne en su mirada verde esmeralda.Último capítuloCapítulo 6-28: