La empresa de cruceros

PDV Isabel

―¿Crimenes? ¿Cómo cuales? No podemos hacer nada si no nos cuenta a nosotros a lo que se refiere ―me dijeron.

Le eche una mirada a Alexander y este ultimo asintió y entonces saco de su bolso un conjunto de papeles y luego hizo que fueran repartidos entre todos los presentes, incluido el capitán… al cual ellos llamaron “Max”.

―¿Qué es esto? ―me preguntaron.

―Son contratos de confidencialidad, quiero que los firmen ahora para poder asegurarme de que nada de lo que se diga aquí justo ahora sea dicho fuera de las puertas de esta oficina ―le dije a todos.

―¿Un contrato? ¿Esto es necesario? ―murmuro 1 de ellos.

―Si, lo es, solo asi puedo contarles las cosas, asi, firmen por favor para poder empezar, sino lo van a hacer, entonces no podemos hacer nada.

Los ejecutivos tardaron un rato, pero al final firmaron como les pedi, a fin de cuentas era solo un contrato de confidencialidad y no representaba mayores problemas para ellos hacerlo, solo no tenian que abrir la boca como unos chis
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