Doy un pequeño gruñido después de despertarme en la total oscuridad, en lo que no negaré que me despierto totalmente perdida y desorientada tomado aquello que ocurrió anoche como solo un sueño y como la manera más aburrida de tener que despertarme para mi rutina de vida, pero entonces me asusto un poco al no ver el sol entrar por mis viejas persianas de plástico, intentó tomar el reloj de mi mesa de noche, y no está, Doy un pequeño salto al recordar donde me encuentro, y que sucedió anoche, pero que sobre todo no era un sueño, que todo fue verdad, en lo que lanzo miles de maldiciones en las que incluyo a la madre de Park y a mi despistada manera de confiar en que todo resultara como lo planeo, cuando el ochenta por ciento del tiempo no ocurre como yo pienso que sucederán.
Me maldigo a mí misma por no ser alguien más precavida y también me cuestiono hasta donde llegara todo esto, la verdad es que anoche tuve un ataque de nervios y de ira, no lo negaré eso fue verdaderam
Por todos los dioses que alguien me ayude a soportar este desastre en él que estoy metida, el vibrador que me introdujo Park no lo he sentido aún, además de cuando lo introdujo, y esperó no sentirlo nunca más, Después de un rato siento que el auto en el que viajo con el chico vampiro se detiene y escucho un gruñido, creoque es la señal para quitarme la capucha, así que corro el riesgo y lo hago. —Demonios jefa ¿a quién asesinó para poder vestirse así? —Al llegar ese fue el saludo que me dio Angie, al ver mi vestimenta, y no la juzgo, ya que yo no suelo vestirme así nunca, pero aun así levanto una ceja con escepticismo a su pregunta y solo decido contestar como puedo a sus palabras, mientras me lleno de paciencia para no m****r al diablo a aquella pelinegra que tengo frente a mí. —Hola a ti también, y pues si te refieres a mi vestimenta, he decidido cambiar un poco mi modo de vestir, y ponerme algo más extrovertido — Angie me mira con la ceja levantada indicando
Observo mi mano herida y doy un gran suspiro al sentir el picar del corte, pero dejo de lado todo en el momento en que logro al fin salir de mi oficina y saludar a comensales y demás, es algo que siempre hago antes de salir, suelo hacer una pequeña vuelta por todo el lugar, evitando últimamente la cocina donde se encuentra Vanessa por el hecho de que se está enojada conmigo y esa mujer no negaré que me aterra cuando se encuentra enojada, es igual o peor que mamá, cuando se meten con su adorada cocina y yo sé que lo he hecho, por lo que solo decido escapar de ella como siempre que hay problemas entre nosotras y nuestro trabajo, a lo que me dirigió a la puerta de salida donde efectivamente está él chico vampiro, con una expresión seria que al parecer no es nada raro en él, ¿me pregunto cómo fue que él llegó a ser mudo, o habrá nacido con ello? La verdad es que no negaré que he hecho varias teorías en mi cabeza sobre él, muchas van desde algo atroz, hasta algo convencional de q
Al tiempo que me senté llegó la comida, no pude evitar observar la vajilla, ya que era una vajilla extremadamente costosa, y como no saberlo si la vi en un catálogo del restaurante en el que Vanessa mi chef y hermana, no dejaba de hablar de que hay solo dos juegos así en el mundo, y que eran incrustadas con oro, y la mejor porcelana china que hay en el mundo, y ahora en estos momentos estaba comiendo en una de ella, creo que Vanessa daría un pulmón completo por comer con Park en mi lugar, Juro que ella incluso había indicado que pagaría el dinero a cambio de que la dejasen comer en este comedor justamente con aquel fino plato que se encuentra frente a mí. Mientras comía ese aparto maldito no deja de moverse, y yo estaba intentando concentrarme en la comida, ya que era deliciosa, pero el imbécil de Park no le importaba seguir haciendo que esa cosa se moviera, la verdad estaba a poco de correrme, pero cada que intentaba hacerlo él apaga el aparato para que no lo hiciera, de un
M****a ¿Qué acabo de hacer? ¿Dónde está mi cordura? ¿Dónde carajo está aquello que me cataloga tanto? ¿Dónde está mi control? Yo no era él que estaba dominando era ella, yo no era el que hacía las cosas allí, solo era mi parte irracional, aquella que no suelo controlar muy bien, aquella que he manipulado perfectamente para hacer las cosas como son debidas, aquella que me ha permitido llegar a donde estoy, pero aquí me encuentro yo Daniel Park, siendo dominado por una mujer y perdiendo toda su cordura de la cual se da tanto afán de ser inquebrantable, aquí estoy yo siendo un maldito tonto. En cuanto salí del comedor y deje a Dani ahí, sin lograr entender por qué había actuado de aquella manera tan irracional, no pude evitar sentirme mal, me enoje por no tratarla como se merece, por no ser el hombre que ella merece, no puedo negar que sin duda fue la segunda experiencia más placentera que he tenido en mi vida, es que sin duda, la manera en la que me sujetaba y gemía, y me exig
20 AÑOS ATRÁS. Tenía 7 años cuando llegué a la casa de la familia Smith, unos americanos maniáticos que eran llamados mis padres adoptivos fueron dados por el servicio de infancia, aquellos simplemente me dejaron en la puerta de tales desconocidos en donde nos les importaba mucho lo que me ocurriese, pues según ellos, la familia de subnormales Smith, eran la familia indicada para mí, ¿qué podía decir? A servicio sociales no les interesaba que pudiese llegar a ocurrir conmigo y mucho menos a mis supuestos padres adoptivos, quienes me gritaban como según ellos me lo merecía, pues nadie quería un niño que tenía tendencias psicópatas, en donde yo nunca me dejaba tocar o me dejaba maltratar por ningún mal nacido, y es que en los hogares de paso es lo más común que te pueda pasar con niños como yo, Lo más irónico en la vida es que después de que la madre de aquella iglesia me encontró me llamo miguel, yo era conocido con ese nombre y vivía en la casa de los Smith,
Al despertar en la tétrica habitación de mi jaula, me dirijo al cuarto de baño a asearme y como lo esperaba, encontré mi vestimenta del día de hoy, la cual constaba de un pequeño vestidoceñido al cuerpo negro con bordes dorados, y una chaqueta blanca realmente hermosa, este hombre en serio le gustan esos colores, los zapatos eran unos tacones color marfil, un poco más bajos que los anteriores lo cual podía agradar grandemente pues si soy sincera la verdad es que no soy buena con los zapatos tan altos, en lo que mientras me peino no hago más que pensar en lo ocurrido anoche, en lo que solo lo dejó de lado, me concentro solo en estar lista para ir a trabajar. Después de peinarme mi extensa melena, y estar lista para salir me percaté que Park no se ha acercado a mí el día de hoy, algo que me ha dejado tranquila, entonces al salir a la pequeña sala de estar, de mi jaula encontré una bandeja cubierta con una charola de plata el cual destape, y era mi desayuno el cual consta
Sin darme cuenta ya eran las ocho de la noche lo cual estaba tan entretenida debido a que mañana tendré una reunión con el banco para que no quiten nuestros fondos de inversiones, que no note en qué momento se había ido el día, la verdad he estado tan preocupada por esto que no he tenido cabeza para nada más, pues no es que se una deudora morosa ni nada por el estilo, Lo que ocurre es que lo que pago mensual es solo lo justo, solo puedo pagar las tasas de intereses y por consiguiente la deuda sigue ahí, así que si no pago como debería un restaurante como el mío sería embargado, pero que esperan, no solo debo pagarle a ellos, tengo trabajadores y también tengo que reabastecer el restaurante, ya que es de tiempo completo ya diario no puedo disponer solo el dinero al banco como ellos quieren. Al salir de la oficina me encuentro a Vanessa que se encuentran afuera de la cocina saludando a uno de los comensales, Vanessa Fleury, mi hermosa hermana, una Azabache de tez blanca y ojos
—¿Dime que pensaste en mí, aunque no pude jugar contigo, como es debido? –doy un respigo al escuchar su voz, mientras intento adaptarme a la luz y lo miro con una ceja enarcada, y trato de concentrarme en decir algo horrible, para que no crea que lo extrañe en todo el día, cosa que no hice. —tu mal ... No te extrañe, de hecho, no me acordaba de ti, hasta que el chico vampiro fue a traerme de vuelta a mi jaula --El me mira y sonríe aún más ¿Qué? Acaso esperaba esa respuesta. —Sabes ¿qué? te voy a castigar por no pensar en mí, ya que ese artefacto que llevas ahí… es precisamente para eso --Diablos debí decirle que, si lo extrañaba, Se acerca a mí, con zancadas grandes y me mira como si estuviera preparado para hacer algo terriblemente malo. —Quítate el vestido y acuéstate sobre la mesa --Me lo dice de una manera que da miedo, ya que tiene ese rostro, que usa con el chico vampiro, pero está loco si cree que bajaré mi cabeza ante él. —No lo haré, si quier