—¿La conoce señor?— pregunta él detective

—¡Maldición! Es Loaiza, quiero que la busquen, ¡No puedo creer que se haya aliado con el maldito de Larry— gruñe Zac, desea el mismo ir en busca de esa mujer y hacerla picadillos por hacer sufrir a su familia

—daré la orden señor— informa el detective y hace una llamada telefónica, mientras Zac está desesperado, no pensó en Loaiza

—¡Esto debe ser una estúpida broma!— susurra Zac demasiado enojado

Mientras Emily, sigue firme con su palabra, Larry la observa en silencio luego de que confirmó la transacción.

—ya puedes ver que soy una mujer de palabra, aquí vengo hacer negocios— Emily lo mira con frialdad

—si es así, envíame 500 millones de dólares

—las cosas no funcionan así conmigo, no soy tonta, así que quiero asegurarme de que nos dejaras en paz

—fijate que las reglas las coloco yo, así que me envías ese puto dinero ¡ahora mismo!

—No. Si quieres matarme, hazlo, pero no podrás obtener el dinero, solo yo tengo ese acceso

—¡Eres tan despreci