Andrés toco la puerta de la casa de la familia García.Toc, toc.Alejandra abrió la puerta.—Eh... hola Andrés, son casi las 10, ¿que haces aquí?—Vengo de discutir con tu cuñada hace un rato.—¿Cuñada?—Dijo con cierta molestia, aquella mujer, no le gusto mucho esa palabra—¿Que?, otra chica atraído tu sobrino a la casa.—Eres bastante molesto, se ve que no cambias, ¿Que paso?El entro de inmediato a la casa y sin ningún reparo se recostó en el sofá y suspirar—Es extraño ¿tu estas cansado?, ¿que te paso?—Ella tenía un gato de esos raros, no pensé que tuviera algo así, es alguien bastante peliculiar, mucho más que Rodrigo.Alejandra se sentó en otro de los sillones para seguir con la conversación, estaba un poco sorprendida al escuchar esas palabras.—¿Como lo habrá conseguido un un gato así?—No lo se, pero necesito de su ayuda para esta misión. Ah..tu sobrino quedo metido aquí también, lo lamento hice lo que pude.—¿Porque?, sabes yo no quisiera quiero que el este inmerso en esto,
A la mañana siguiente Emily, estaba en la puerta de mi casa. En ese momento se encontraba Andrés. Yo escuché la conversación desde la puerta. —Ah….Emily, estás muy emocionada por hacer esto…. Ella suspiro un poco comprendiendo la insinuación de el, al parecer algo había sucedido. Tal vez vio las maletas y escucho a algunas personas hablando. Bueno allí estaba mi tía y Cristina charlando. De inmediato se llevaron bien. Mi forma de ver a Andrés cada vez era distinta, al principio lo veía como un chico más, pero resultó ser todo un adulto con apariencia de niño. Preferí no salir a hablar con ella. Desde ese día no se, me sentía extraño cuando hablamos, me gustaba estar con Emily, pero al mismo tiempo me disgustaba porque sabía que me estaba ilusionando y solo me hacia daño yo mismo. El amor era muy complicado. Ella se fue poco después de hablar con Andrés, no sabía de qué hablaron en todo ese tiempo, pero creo que el estaba molesto por algo. Pensé por un momento que había alguna d
-Cristina y Emily, por favor déjenme sola por unos minutos, tengo que hablar con mi sobrino.Emily se levantó de mi cama y ambas chicas salieron de allí.Mi tía espero unas minutos hasta que ambas salieron y se alejaron un poco del cuarto segundos y comenzó a hablar.-Dime algo, ¿ella y tú tienen algo?.Me sonroje un poco por esa pequeña insinuación.-Yo y ella, solo somos amigos, dudo que Emily se fije en alguien como yo.Mi tía se puso las manos en la cabeza y hablo.-Lucas, no me gustan esas confiancitas que tienes con ella, estaba sentada en tu cama tomándote las manos y la forma en que se miran deja mucho que pensar. No quiero que tengas nada con nadie que sea cazador, yo quiero que vivas una vida normal no tienes que estar en este mundo.Esas palabras me hacían sentir más confundido. El mundo me había hecho a un lado por ser diferente, pero no podía estar con alguien que tal vez me comprendía. Me sentí molesto y como la anterior conversación tuve que decirle lo que sentía.-Tía,
Salí de mi casa casi a las 7 de la noche, no iba volver esa noche. Decidí despedirme de Emily y confesármele. Tome un taxi que me llevara hacia allá, miraba el caminos que estaba recorriendo que tal vez actual yo no volvería a ver jamás. Mi tía me llamo varias veces, y decidí contestarle, sin dejarla hablar. —Lo lamento tía, se lo que ustedes quieren hacer, así que voy a despedirme de ella, fue divertido estar con ella por estás semanas, adiós. Le colgué para no dejarla hablar. Y guarde el celular una vez más. El taxista quien escucho todo tal vez pensó que haría una locura, y me habló. —Ey, chico es muy joven, no se que le ocurre, pero tenga cuidado no comenta una locura. Me rei un poco. —No se preocupe no es nada de lo que está pensando. El siguió hasta el conjunto donde vivía Emily, le pagué y el me baje suspirando. El vigilante me dejó subir como si nada ya no molestaba para dejarme subir. Sabía que para mí era ciertamente peligroso por ese gato, pero ya nada me importab
Lucas me había dejado muchas dudas, su comportamiento fue extraño, era como si se intentara despedirse de mi y no pudiera decir nada, tenías muchas dudas de lo que pasó, ¿Por qué el me dijo todo eso?, ¿Por qué me abrazo y me hizo sentir de esa forma?. Lo conocía hace tres semanas y jamás habíamos pasado de simples palabras, y en un día llegamos a tanto. Nunca hice eso con ningún compañero siempre deje todo claro, pero con Lucas era diferente, me sentía indecisa. Después de todo tenía curiosidad por su hermano y se me había pasado preguntarle por los últimos sucesos. No quise hablar pensar más en eso y fui a hablar con el. Y definir nuestra situación, aunque dudaba de que pudiera aclarar mis pensamientos. […] Llegué a la casa de Lucas y toque la puerta, Me abrió la Andrés, el parecía esperarme. En la sala estaba Cristina y ese chico con el que tenía muchas cosas que hablar, lo raro es que él no me determino. Me acerque a el y trate de hablarle, pero el no me reconoció. Me sentí
Me la pasé todo el día pensando en esa misión y como en menos de tres meses todo había cambiado para mi. Hoy vería a Lucas y debía de estar pendiente de él y que no hiciera algo extraño en los entrenamientos. De nuevo los dos volvimos a reunirnos con el grupo, teníamos que ponernos en forma, todavía sentía en mi cuerpo algunas molestias, pero todos empezarían a sospechar o tal vez me sacarían del grupo por ausentarme por tanto tiempo. Cómo cualquier día me dirigí hacia ese lugar, todo era normal, estaban todos no había nada inusual. Lucas parecía muy pensativo y allí empecé a notar que estaba notando que algo no estaba bien, me acerque a el y lo tome de hombro el me miró. —Ah, Emily, creo que no me siento bien. Fue algo extraño, pero yo lo tome de el hombro y lo ayude a sentarse. Martin camino hacia nosotros y actuaba diferente. Debido a lo que hizo Andrés el veía a Lucas como un simple compañero y no tenía ningún resentimiento contra el. Lo miro tratando de evitar que el resto n
Nos costó llegar a la casa de Lucas, sin ser dectectadas por otras personas. Hasta que por fin llegamos y el todavía estaba vivo. Tocamos la puerta y nos abrió Alejandra. —Andrés, pero ¿Qué pasó?. —¿Cosas que pasan? El sarcasmo de este chico era impresionante, aún estando así bromeaba. Entramos a la casa como pudimos y el fue llevado a una habitación para curarlo. Yo me quedé en la sala algo perturbada por esta serie de eventos. Ahora todo se había complicado, la misión era más peligrosa de los que parecía y habían ser humanos involucrados en esto. Me senté en la silla a pensar, pero Cristina rápidamente volvió hacia mi. —¿No te arrepientes de lo que hiciste?. —No, el nos iba a matar, y no pensé que era una persona, habría tenido más cuidado, pero todo paso muy rápido. Ella estaba demasiado nerviosa, parecía entran en show después de los que pasó, pero siguió con hablando. —Eres igual a el, haces las cosas tan drásticamente, no les importa hacer daño. —Ah, Cristina, p
Deje a todos casi a su suerte, no confiaba en nadie después de ese incidente, mi mente divagaba entre todo lo que había pasado. Me molestaba mucho no saber nada y estar expectante de que pasaría. Bueno ya sabía que me suspenderían por lo que hice, pero no pensé que era una persona, sentía a un ser que no era de este mundo, pero todo daba igual. Hice un viaje de cinco días a un lugar alejado del mundo, en una prisión de máxima seguridad, hasta yo no podía salir de allí. Donde la luz del sol nunca te daba ni un minuto solo una lámpara con escasa iluminación todo el día. Si dormías era un milagro, pues había gritos y alboroto por doquier. La prisión de Dasnish.. una fortaleza impenetrable cinco pisos de acero y concreto donde no te dan nada para escribir, ni para leer, solo quedan en un estado de perdición absoluta con una comida en forma de proteína que te dan en una botella y se seca a los 5 minutos de darle estar en la intemperie. Los encadenan hasta para comer y se baña una vez a