Salgo algo apenada del baño y ahí está él sentado en la cama, es como si me estuviera esperando. Tengo su camisa en mis manos por lo cual extiendo mi mano para dársela, veo como él extiende su mano, toma la camisa y enseguida de eso me toma de la mano y me jala junto a él, no me esperaba eso por lo cual caigo en su regazo.
Ambos estamos tirados en la cama, yo estoy encima de Henry, trato de ponerme de pie pero él me lo impide abrazándome con fuerza.
—Que bien huele tu pelo —suspira.
—Henry—digo molesta —Deja ponerme de pie —recargo mis manos en su pecho y trato de ponerme nuevamente de pie pero esta vez él me toma del rostro y me besa.
Aprovecho que ambas de sus manos están en mi rostro para de inmediato sin perder tiempo ponerme de pie y separarme de él.
Lo miro molesta.
—¿Por qué lo haces? —lo miro fijamente.
—Porque no puedo dejar de amarte—me toma de una de mis manos y me jala hacia él—Porque te tengo clavada aquí—
Han pasado algunos días y por fin ya estamos en la ciudad de México, como de costumbre estoy en mi oficina en esta ocasión estoy ordenando algunos archivos desde mi pc así que estoy demasiado concentrada hasta que entra Marina con un ramo enorme de rosas celestes, en cuanto miro el color de esas rosas se perfectamente de quien son. Miro a Marina con pena y solo le pido que deje las rosas en mi escritorio.Ella sale de la oficina, así que yo solo me mantengo viendo fijamente esas rosas hasta que de pronto entra Henry quien me ve fijamente mientras cierra la puerta.—Henry creo que ya te había dicho que estos detalles están fuera del lugar, llévate esas rosas por favor—lo miro molesta.—De nada —dice de pronto.—¿Qué no escuchaste lo que dije? — frunzo el ceño.—Solo es porque logramos un buen trabajo en Acapulco &mdash
—De acuerdo hija en unos días salen tú y Henry—me da un beso en mejilla y se va.Suspiro al ver la nota, rayos estuvo cerca, tomo la nota y la guardo en uno de los cajones de mi escritorio.El día pasa y junto con eso la hora de ir a comer, así que aprovecho que no he comido para ir a invitar a Kay a cenar.Llego a su departamento y bajo del coche, toco un par de veces hasta que abren, sonrío ya que pienso que es Kay pero para mi sorpresa es Henry el cual me abre y me mira con seriedad la cual esuna seriedad terrible.Dejo de sonreír y ahora lo veo nerviosa ya que no sé qué hacer.—¿Pasas? —dice para luego hacerse a un lado y darme el paso.—Sí, claro—sonrío vagamente mientras camino.—&i
—Buenas noches—digo para luego subir a mi recamara.Ha pasado rápidamente una semana después. Hoy me encuentro en mi oficina solo he venido a dejar algunos pendientes, la hora de la comida ha llegado y en está ocasión quede de comer con mis padres en mi casa, así que solo tomo mi bolso y me doy prisa en llegar ya que después de la comida tengo que salir de mi casa hacia el jet privado de mi padre e irme a ese viaje que tengo pendiente.—Hola Mamá—digo entrando a la casa.Miro a mi madre sentada en la sala, ella está tomando café.—Hola hija, te estamos esperando—me dice mientras se pone de pie y me encamina junto con ella hacia el comedor—Ramira llama al señor Fabián por favor—dice sonriendo mientras toma asiento.La comida está siendo servida y mientras veo a las chicas haciéndolo decido sacar mi
Al día siguiente por la mañana es momento de vernos con el señor Milk, así que me arreglo casual ya que estamos en una hacienda y después bajo las escaleras para luego caminar hacia la cocina.—Celis, ven, acá estamos—menciona la señora Milk desde el comedor.Camino hacia el comedor y es ahí donde veo a Henry sentado junto a Martina.—Buenos días—saludo a todos.Todos responden y después tomo asiento.—Buenos días, mi gente—dice recién llegando el señor Milk.Henry y yo nos ponemos de pie.—No, no por favor siéntense—dice el señor Milk mientras se acerca a nosotros y nos saluda.—Debes ser la hija de Fabián, no tenía el gusto de conocerte personalmente, cuando fui a la ciudad de México solo fui a la empresa y tu padre comento que e
Camino por la habitación y por alguna extraña razón no dejo de pensar en la cara de desilusión de Henry, debe ser porque se exactamente como se siente esa sensación.Dejo de lados mis pensamientos y optó por prepararme para la fiesta del señor Milk. Es hermoso estar aquí sin embargo quiero regresar a casa y estar alejada de Henry, es horrible verlo y saber que ni siquiera podemos hablar sin estar enojados.Voy al closet y saco mi vestido de tirantes, el cual es corto, de tela de seda color rosa palo.Tomo un baño rápido, debo admitir que mis piernas duelen debe ser por haber montado cuando no lo hacía desde hace tiempo, termino de bañarme y salgo, antes de ponerme el vestido, seco mi cabello y me hago unas ondas no muy marcadas, después me maquillo y me visto, por último me pongo un collar chockers en el cuello y finalmente mis zapatillas bajitas.Rayos
Henry camina hacia mi habitación, me deja en la cama y después solo toma mi rostro entre sus manos y me observa fijamente, su mirada está llena de preocupación, su ceño está fruncido y sus ojos algo húmedos.—¿Qué hacías en el lago? ¡Tú no sabes nadar! Te imaginas lo que hubiera pasado.—Lo siento yo no quise... Es decir solo fui a dar un paseo y resbale—me siento sobre la cama y lo miro con seriedad mientras quitó sus manos de mi rostro.Él aprovecha eso y toma mis manos y las besa.—No te imaginas lo que sentí jamás me hubiera perdonado si te hubiera pasado algo grave—suelta mis manos y me jala hacia él.Me abraza con fuerza y solo siento su rostro en mi cuello, ambos permanecemos así hasta que se abre la puerta.—Lo siento solo queremos saber ¿Cómo te sientes Celis? —pregunta la señora Milk.—Estoy bien, solo fue el susto—sonrio apenada vagamente.—Creo que debemos hablar al médico de la familia es solo para corroborar que estás bien—menciona ahora el señor Milk.—No, no es necesari
Siento como Henry recorre sus dedos por mis labios y junto con eso su voz estoy tan entretenida que en cuanto escucho la repentina voz de la azafata quien recién llega, me sobresalto.—Disculpen... Yo...es que hay un joven que se hace llamar Marck Dombina, dijo que quería ver a la señorita Celis—menciona apenada.—¿Que le dijiste?—menciono mientras hago a Henry a un lado.—Le dije—frunce el ceño—Le dije que ustedes pidieron no ser interrumpidos—aún mantiene su ceño fruncido.—Todo esto es tu culpa—digo mientras veo con enojo a Henry.Camino hacia la salida del jeet y antes de bajar acomodo mi falda y pinto mis labios.Al bajar veo a Marck él está recargado en su coche y en cuanto me mira viene hacia mi y me ayuda a bajar los últimos escalones después me toma de la cintura y trata de besarme lo cual impido ya que no puedo dejar que lo haga debido a la culpa que siento.—¡Tacos de cebolla
Siento la tensión hasta en mis poros, mi padre ve a Marck y a Henry con enfado.—Parece que nadie escuchó así que vuelvo a repetir ¡¿Qué pasa aquí?! —frunce el ceño.—Pues que este tipo...—Por favor Marck —intervengo.—Dejalo hablar hija—menciona mi padre.Paso una de mis manos por mi nuca estoy demasiado estresada creo que ya no puedo hacer nada para evitar que mi padre se entere de esto.—Que este tipo, quiere quitarme el amor de Celis—dice con enojo—Él quiere evitar que nos casemos—dice mientras me mira fijamente.—¿Eso es verdad Henry? —pregunta mientras lo ve con enojo.Veo como Henry traga saliva y después me mira a mí, asiente con la cabeza y después ve a mi padre.—Sí, sí y sí, amo a su hija con todo mi corazón la amo desde hace tiempo y me duele no... Haber podido seguir conquistando su corazón—dice con firmeza.—Henry no puedes amar a Celis ella está comprometida y tienes que hacerte a un lado —dice mi padre tamb