El vuelo pasó en un abrir y cerrar de ojos, había tomado el gran cosejo de Rebeka el cuál era nada mas y nada menos que dormir.

Hace unos minutos apenas habiamos aterrisado pero aquí nos encontramos esperando a evan quien tuvo que hacer unas revisaciones cosa que la verdad no entiendo, por lo que decidí esperar junto a clara y sus padres.

─ Querida─robert se acercó hacia mi─. Has estado callada, ¿Como te encuentras?

Le dediqué una sonrisa y asentí:─ Lo estoy, no se preocupe es algo que no tiene importancia para mi. 

No era cierto. La tenía claro que si, se trataba de las dos personas que me habían traido al mundo aun qué a ellos no le importara en lo absoluto. 

─ Sabes que puedes decirnos lo que te incomode ¿Cierto?─preguntó.

─ Señor Robert, no corresponde traer problemas ajenos y cargalos sobre su espalda. 

El neg&o