Capítulo975
—Hola, Damián—saludó Ximena.

La voz sincera y amable de Damián se escuchó al otro lado:

—¿Te molesto si te llamo de repente? ¿Estabas descansando?

Ximena revisó la hora en su computadora.

—Damián, estás bromeando. Todavía no es hora del almuerzo.

Damián respondió:

—Entonces, estoy interrumpiendo tu trabajo.

—No, para nada—se apresuró a explicar Ximena, —acabo de terminar una reunión, así que no hay problema.

—Si es así, ¿tienes tiempo para almorzar juntos?—propuso Damián.

Ximena se sorprendió.

—¿Damián, estás en Reinovilla?

—Sí, vine a resolver un asunto—explicó Damián.

—¿Estás libre?

—¡Claro que sí! Déjame reservar un restaurante. Te enviaré mi ubicación en un momento—respondió Ximena emocionada.

—¡No es necesario!— Damián sonrió levemente.

—Ya he hecho la reserva. A las once y media, estaré esperándote debajo de tu edificio.

Ximena no tuvo objeciones.

—Está bien.

A las once en punto, Ximena bajó y se encontró con Damián en la entrada de su edificio. Ellie la siguió.

Cuando lle
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