Capítulo1323
Cuando Alejandro entró, él y Andrés se sentaron a charlar.

Liliana no dejaba de mirar el reloj en la pared. A las diez en punto, saltó del sofá. Aprovechando que nadie la notaba, subió sigilosamente al segundo piso. Al llegar a la esquina de la escalera, vio a una mujer vestida con un largo camisón blanco sentada frente a ella.

Su largo cabello rizado caía como una cascada sobre su cintura. Las facciones de la mujer eran casi idénticas a las de Ximena, pero con un aire más delicado. Al ver a Liliana, se enderezó y sus hermosos ojos se curvaron ligeramente.

—Liliana, nos volvemos a ver.

La suave voz de Flora era como el murmullo de un arroyo, tan agradable que calmaba el corazón.

Liliana sonrió y se sentó en el suelo: —Abuela.

Flora deseaba acariciar la mejilla de Liliana, pero sabía que no podía tocarla. Con un destello de decepción en los ojos, dijo:

—Lo siento, no puedo abrazarte.

—No importa—dijo Liliana. —Abuela, ¿te molestaría si traigo a mamá y al tío?

Flora sonrió: —Sé lo que q
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