Capítulo1143
Al escuchar las palabras del guardia, el corazón de Ximena, que estaba en vilo, se calmó de repente.

Recuperando la compostura, dijo:

—Si tu madre te está llamando, contesta su llamada sin problemas, aquí no tenemos tantas reglas estrictas.

El guardia se quedó desconcertado por un momento y respondió:

—...Está bien.

Antes de entrar a la mansión, Ximena también echó un vistazo a los otros guardias con el rabillo del ojo. Al ver que no hacían nada sospechoso, finalmente se relajó por completo.

De vuelta en la sala, Ximena miró a los tres pequeños:

—¿Por qué salieron sin decirle nada a mamá? Ni siquiera respondían el teléfono.

Liliana sonrió y abrazó a Ximena:

—¡Mamá, papá no nos rechazó!

Ximena se sorprendió:

—¿En serio?

—¡Sí!— Liliana asintió enérgicamente. —¡Me lancé a sus brazos y no me apartó!

—La razón por la que no te apartó es porque nos parecemos mucho a papá—Nicolás dijo sin rodeos.

Liliana se dio la vuelta y cubrió la boca de Nicolás con sus pequeñas manos.

—¡Ya basta! ¡Dej
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